Gualeguaychú rindió homenaje a Roque Piccini, conocido como “Tata Roque”, quien celebró 100 años de vida. Nacido en 1925 en Urdinarrain, construyó gran parte de su historia en la ciudad, donde fue protagonista de instituciones barriales, sociales y religiosas, además de su extensa participación en la Corporación del Desarrollo y en la consolidación del Parque Industrial.
En su juventud, Piccini ingresó a la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral” y desarrolló una carrera de casi 29 años en el Regimiento de Caballería. Paralelamente, se integró a la vida comunitaria local: formó parte de la comisión barrial El Puerto, colaboró en la recolección de acciones para la Cooperativa Eléctrica, participó en el Círculo Social Cristiano y en la Comisión de la Capilla de Fátima, entre muchas otras actividades.
Durante la década de 1970, asumió la Secretaría General de la Municipalidad y luego se incorporó a la Corporación del Desarrollo, cuando ni siquiera estaban aprobados los estatutos. Desde allí trabajó en proyectos de infraestructura, obras públicas y desarrollo industrial a lo largo de 43 años, hasta 2017. Allí fue secretario ejecutivo del Parque Industrial desde que “no había más que un terreno cubierto de pastizales” hasta la llegada de decenas de empresas.
Roque recordó con precisión los tiempos de la promoción industrial impulsada por Enrique Castiglioni, gracias a la cual 84 empresas de Buenos Aires reservaron lotes en el Parque Industrial, de las cuales 49 concretaron la compra. También mencionó la incidencia de obras como el puente Colón–Paysandú, Puerto Unzué y la represa de Salto Grande, que posicionaron a Gualeguaychú como ciudad de paso y polo industrial.
Testigo y protagonista de un siglo en la ciudad
Con una lucidez y memoria prodigiosa, Roque describió con detalle la Gualeguaychú que conoció y la que vio transformarse: calles de piedra rústica que luego se molieron para pavimentar (la única asfaltada era 25 de Mayo), el entubamiento del arroyo Gaitán y la apertura de la calle Clavarino. “Para pasar, había que atravesar manzanas enteras porque el arroyo cortaba el paso. Conseguimos máquinas de la Provincia y del Ejército de Concepción del Uruguay para llevar el Gaitán hasta Plaza de Agua”, rememoró.
De hecho, Roque no dejó de aconsejar a quienes siguen haciendo crecer Gualeguaychú: “Que tengan fe y esperanza, y que recuerden que esta vida es pasajera. Gracias a Dios he llegado a los cien con lucidez, salud física y mental”.
Un festejo especial
En la jornada de su centenario, el intendente Mauricio Davico, la viceintendente Julieta Carrazza y funcionarios municipales se acercaron a su vivienda para saludarlo. También participó el jefe del Regimiento local, Juan Cruz Bermúdez Ávila, junto a la Banda Militar “Teniente Coronel Saturnino Filomeno Verón” del Batallón de Ingenieros Blindados 2, que interpretó canciones patrias y el “Feliz cumpleaños”.
La celebración reunió a familiares, vecinos y allegados, quienes compartieron torta y recuerdos. El festejo incluyó el corte de calle en la cuadra de su domicilio, lo que permitió que toda la comunidad se sumara al saludo.
“Gracias a Dios he llegado a los cien con lucidez, salud física y mental. No creo ser merecedor de semejantes atenciones, solo me queda agradecer”, expresó con humildad el homenajeado.
El cumpleaños de Roque Piccini se convirtió en un acontecimiento comunitario que quedó registrado en la memoria de Gualeguaychú. (con información de Diario El Día)