Gladys Mancini, actriz y modelo que formó parte del icónico grupo de secretarias del programa “Si lo sabe, cante” de Roberto Galán, falleció a los 85 años. La triste noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores. Mancini se encontraba internada en el Hospital Fernández de Buenos Aires debido a las graves quemaduras que sufrió en un incendio en su hogar.

El inicio de su carrera artística fue como modelo publicitaria y actriz de fotonovelas, trabajando junto a figuras como Norberto Suárez y Carlos Acuña. Su debut televisivo ocurrió en 1961 con el programa “Viendo a Biondi”, y a lo largo de los años participó en ciclos como “La Tuerca”, “El flequillo de Balá”, “Domingo de mi ciudad”, “Vivamos felices” y “Galanterías”.

En 1968, fue convocada por Roberto Galán para integrar el equipo de secretarias de “Si lo sabe, cante”, donde se destacó junto a otras figuras como Jorgelina Aranda, Dorita Delgado y Stella Maris Muñoz. También tuvo una destacada participación en el cine, con papeles en películas como “Maridos en vacaciones”, “Seguro de castidad”, “Los guerrilleros”, “La chacota”, “La familia Falcón” y “Pasión dominguera”.

Aunque se alejó de los medios, en 2019, Gladys Mancini volvió a ser noticia al participar en una polémica relacionada con la herencia de Héctor Ricardo García, creador de “Crónica”. En una entrevista, habló sobre la disputa por la casa de García, revelando detalles sobre su relación con Anabela Ascar.

De Pepe Biondi a Roberto Galán

Los primeros pasos de Gladys Mancini en el mundo del espectáculo fueron en la publicidad y en las fotonovelas, donde trabajó con figuras como Norberto Suárez y Carlos Acuña. Sin embargo, su salto definitivo a la televisión llegó en 1961, cuando debutó en Viendo a Biondi, el exitoso programa del humorista Pepe Biondi.

A partir de allí, su carrera televisiva fue en ascenso. Participó en ciclos como La Tuerca, Domingo de mi ciudad, Vivamos felices y Galanterías, hasta que en 1968 recibió la convocatoria de Roberto Galán para integrar el equipo de Si lo sabe, cante, programa en el que se consolidó como una de sus figuras más recordadas.

En ese ciclo, que llegó a superar los 30 puntos de rating, Mancini compartió pantalla con otras secretarias icónicas como Jorgelina Aranda, Dorita Delgado, Stella Maris Muñoz, Petty Castillo y Ángeles Cudós. Cada una de ellas tenía un perfil particular, y en su caso, su presencia era asociada con un estilo más discreto y enigmático, lo que la diferenciaba dentro del grupo.

A lo largo de los años, su trabajo en la pantalla chica la convirtió en un rostro familiar para el público argentino, consolidando una trayectoria que la mantuvo activa hasta finales de la década de 1980. Entre sus últimas apariciones televisivas se encuentran programas como Shopping Center II, en 1989.

Cine, teatro y un inesperado regreso

Además de su faceta televisiva, Gladys Mancini incursionó en el cine, donde participó en varias películas emblemáticas del cine nacional. Entre sus títulos más destacados se encuentran Maridos en vacaciones (1975), Seguro de castidad (1971), Los guerrilleros (1965), La chacota (1960), La familia Falcón (1963) y Pasión dominguera (1970).

En el teatro, formó parte de elencos en producciones como Si tocan el timbre, no abras, Maipo Superstar y Los vecinos de Corrientes, consolidando una carrera artística versátil que abarcó diferentes géneros y formatos.

Pese a haberse mantenido alejada del mundo del espectáculo, en 2019 volvió a ocupar titulares al involucrarse en una polémica mediática. En una entrevista en Intrusos (América TV), Mancini habló sobre la disputa por la herencia de Héctor Ricardo García, fundador del diario Crónica, y su enfrentamiento con la periodista Anabela Ascar, quien fuera pareja del empresario.

Sobre ese episodio, recordó una conversación con la madre de Ascar: “Ella siempre quiso quedarse con la casa. Me lo dijo una vez su mamá. Yo le decía que había una hija a la que le correspondía esa casa y ella se enojaba conmigo”. También reveló que su amistad con la periodista se rompió en 2015 debido a este conflicto: “Me cansé y le dije que esa casa era de Héctor y que si algún día él no estaba, quedaba para su hija”.