Eugenia Tobal atravesó uno de los capítulos más difíciles de su vida personal en simultáneo con uno de los más felices. Gracias a la congelación de óvulos, la actriz logró cumplir su sueño de ser madre. Sin embargo, ese anhelado momento vino acompañado de un dolor inmenso: a los dos meses del nacimiento de su hija Ema, Eugenia perdió a su madre.
En la nota publicada por Para Ti, la actriz y modelo compartió el proceso que vivió en aquel entonces, visiblemente emocionada por poder, finalmente, poner en palabras lo que significó ese duro momento. “Hoy lo puedo hablar así un poquito más tranquila”, confesó, en un testimonio tan crudo como inspirador.
El nacimiento de su hija coincidió con la etapa más crítica de salud de su madre, quien luchaba por su vida mientras Eugenia transitaba el embarazo. “El embarazo fue todo transitado en como en un periodo muy intenso de mi madre, entre la vida y la muerte todo el tiempo. Yo estuve hasta los 8 meses y medio yendo al hospital todos los días, 8 horas de mi vida ahí”, relató con honestidad, revelando la intensidad emocional que marcó ese periodo.
La maternidad entre el duelo y el amor más puro
Cuando Ema tenía apenas dos meses, Eugenia Tobal enfrentó la dolorosa partida de su madre. La maternidad, que suele ser una etapa de celebración, se convirtió para ella en un proceso complejo de adaptación entre la alegría de una nueva vida y el duelo por una pérdida irremplazable. “Fue un gran aprendizaje y fue necesario también ese encierro obligatorio que tuvimos, porque fue como una manera de contener un poco también todo lo que me estaba pasando. Yo estaba duelando a mi madre con una beba de 2 meses en pleno puerperio sin saber qué hacer”, confesó con valentía.
La pandemia, en ese contexto, funcionó como una especie de refugio emocional para la actriz. La obligada reclusión le permitió tener un tiempo de introspección, contención y apego con su hija en medio de un torbellino emocional que marcó para siempre su maternidad.
Esta experiencia reveladora dejó en claro que, para Eugenia, cada paso dado hacia la maternidad estuvo cargado de fe, resiliencia y un amor inmenso por la vida, aun en medio del dolor más profundo.
La fe como motor para cumplir un sueño postergado
Eugenia Tobal no oculta su vínculo con la espiritualidad. En 2015, durante una visita al Vaticano, tuvo un emotivo encuentro con el papa Francisco. La actriz le pidió, entre lágrimas, poder ser madre. En ese entonces, ya había atravesado una pérdida y el deseo de la maternidad aún no se había concretado.
A los 36 años sufrió un aborto espontáneo que marcó profundamente su vida. Sin embargo, la esperanza nunca desapareció. A los 43 años, luego de someterse a un tratamiento de fertilidad, logró quedar embarazada. Tres años después del encuentro con el Santo Padre, su sueño se hizo realidad.
Hoy, Eugenia Tobal encuentra sentido en cada etapa vivida y comparte su historia para dar esperanza a otras mujeres que, como ella, luchan por cumplir sus sueños. (Fuente: Mitre)