Se conmemoró este 29 de agosto en Argentina el Día de la Persona Donante. La fecha, impulsada por la familia de María Antonella Trivisonno, una niña fallecida en 1999 en Rosario, busca promover la conciencia sobre la donación de órganos y tejidos.
"Esta fecha nos permite visibilizar la generosidad de los padres donantes, que en un momento tan difícil de sus vidas deciden decir sí a la donación, ayudando a otros niños: actualmente hay más de 7.000 personas en lista de espera, incluyendo 200 niños que necesitan un órgano para salvar su vida", indicó a Elonce la vocera del Cucaier, Mariana Ramírez.
En Entre Ríos, el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Cucaier), dependiente del Ministerio de Salud, es el encargado de la procuración de órganos y tejidos para trasplante, cumpliendo con la legislación vigente y las disposiciones nacionales. La provincia lleva más de 30 años trabajando en este ámbito y supera anualmente la media nacional.
"Nadie está preparado para la pérdida de un hijo, y los padres que enfrentan esta situación atraviesan el momento más difícil de sus vidas. En el caso de la donación pediátrica, los padres o tutores deben tomar la decisión por los menores de 18 años, garantizando la compatibilidad para que los niños en lista de espera tengan una segunda oportunidad. Este acto de amor y solidaridad demuestra la importancia de la donación incluso en circunstancias tan dolorosas", explicó Ramírez.
Actualmente, en Argentina casi 200 niños y niñas esperan un trasplante. Debido a la necesidad de compatibilidad de tamaño y peso, los órganos deben provenir de donantes pediátricos, lo que convierte la decisión de los padres en un gesto clave de solidaridad.
"Las listas de espera para trasplantes son nacionales, aunque existen criterios regionales para la distribución en casos que no sean urgentes. Muchos pacientes entrerrianos han recibido su trasplante y, a través de las noticias y redes, podemos conocer estos casos. Esto demuestra que, aunque esperamos no vivirlo, la donación brinda a estos niños una verdadera segunda oportunidad de vida", fundamentó la vocera del Cucaier.
Una historia de amor, empatía y solidaridad
Ileana Hoftetter y Santiago Menceguez son padres de Luz, una niña diagnosticada con anencefalia, una patología incompatible con la vida. La pareja decidió continuar con el embarazo y donar los órganos de la niña tras su nacimiento. Ileana contó que la decisión fue difícil, pero que encontró en la donación una forma de dar esperanza a otras familias: “Saber que de una vida que yo llevaba dentro de mi vientre se haya logrado una donación y que otra familia pueda tener a sus hijos, para mí es lo más maravilloso que me pudo haber pasado”.
Santiago destacó el acompañamiento de los profesionales y del Cucaier durante todo el proceso: “El día que nos dijeron que era posible la donación, para nosotros se renovaron las esperanzas. Fueron meses llenos de emociones, pero siempre confiando en que estábamos haciendo lo correcto”.
Ley Justina y normativa vigente
La Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como Ley Justina, respeta la voluntad de la persona fallecida y simplifica los procedimientos para donar. Todos los ciudadanos son presuntos donantes, aunque pueden manifestar su decisión afirmativa o negativa mediante la app Mi Argentina, un acta en los organismos provinciales de ablación e implante, el DNI o un telegrama gratuito del Correo Argentino. En el caso de menores de 18 años, la decisión recae en los padres o tutores.