REDACCIÓN ELONCE
Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha establecida por la UNESCO con el objetivo de concientizar sobre la importancia de una correcta gestión de los residuos para proteger el medio ambiente. En Paraná, una experiencia concreta de trabajo colectivo demuestra que el reciclaje no solo ayuda al planeta, sino que también transforma realidades.
En el barrio La Floresta funciona desde hace una década la Planta de Clasificación de Residuos Sólidos Urbanos "Manuel Belgrano", ubicada en República de Siria 434. Allí trabajan 65 personas agrupadas en la Cooperativa Nueva Vida, integrada por ex recuperadores del Volcadero municipal.
“Venimos todos los días a las 7 de la mañana y arrancamos media hora después, con el ingreso de camiones municipales que descargan los residuos para su clasificación”, relató a Elonce la actual presidenta de la cooperativa, Claudia Villagra. La tarea no es fácil, pero sí esencial. “Los vecinos de Paraná deben separar los residuos en origen: lo seco por un lado -cartón, plástico, metal— y lo húmedo por otro, como cáscaras de papa que podrían usarse para hacer compost”, explicó.
En la planta, el “trome” es el corazón del proceso: separa lo orgánico de los materiales reutilizables. Entre lo que se recupera a diario -una tonelada por jornada- se destacan cartón, PET (blanco, verde y de aceite), aluminio, vidrio, cobre, baterías, nylon, revistas y más.
“Antes no teníamos nada. Levantar esta planta fue una lucha. Hubo conflictos, desacuerdos, pero hoy somos una cooperativa consolidada”, recordó Villagra. La venta del material reciclado se reparte entre los socios, aunque las dificultades persisten: “Nos cuesta conseguir compradores. Desde Buenos Aires compran a precios muy bajos y eso nos hunde”.
La planta depende de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad de Paraná, pero el trabajo diario y la autogestión están en manos de quienes la mantienen viva hace ya diez años. "Hasta que no acordamos al interior del consejo de la cooperativa, no se hacen las ventas", aclaró Villagra, destacando la organización interna.
Desde la cooperativa remarcan la necesidad de una mayor conciencia social: “Si los vecinos separan bien, nuestro trabajo es más eficiente. El reciclaje es una tarea de todos”, concluyó.