REDACCIÓN ELONCE
La sonrisa de la infancia se hizo presente en la celebración del Día del Niño en vecinal Culantrillo, ubicada en calles Vucetich al 500 de Paraná. Allí, la comisión vecinal organizó una jornada repleta de juegos, sorteos y regalos para más de 150 niños que se acercaron junto a sus familias.
La presidenta de la comisión expresó su satisfacción ante el éxito del encuentro: “Nos alegra enormemente lo que está pasando, cómo juegan. La verdad que una sorpresa porque nos encontramos con todos, gracias a la difusión de quienes nos acompañaron y gracias a los vecinos, gracias a todos los que colaboraron de la forma que sea”.
Además, remarcó el compromiso solidario de la comunidad: “Hasta hoy de mañana estuvimos recibiendo donaciones y regalos para todos. Ahora estamos en pleno sorteo, a full con todo”.
Regalos, sonrisas y entusiasmo infantil
Los chicos disfrutaron de los presentes entregados en la tarde. Una niña relató: “Me gané un bolso con muchas cositas adentro”. Otra mostró con entusiasmo: “Una valijita con plastilinas adentro y con formitas para hacer y muchas golosinas”.
Las sorpresas continuaron con juguetes para todos los gustos: “Dos raquetas para jugar con mis hermanitos”, contó un pequeño. Otro niño levantó su regalo y expresó: “Un caballito”. A su lado, otro sostuvo una pelota y una nena sonrió mostrando su muñeca barbie.
La presidenta destacó que gracias a las donaciones también se sumaron nuevos obsequios: “Tenemos donaciones nuevas y regalos de vecinos que han colaborado para que otros chicos sigan jugando. La verdad que hemos pasado una tarde hermosa con los gurises y más que felices de que hayan venido tantos”.
Un espacio recuperado para la comunidad
La celebración se desarrolló en un predio que fue recuperado por la vecinal y que hoy funciona como parque para la recreación de los más pequeños. “Este predio, que lo han recuperado, quedó preciosísimo. Es un parque para que toda esta infancia hermosa juegue al fútbol, se divierta y disfrute de este mes de septiembre”, resaltaron.
La jornada cerró con los sorteos más esperados: pelotas y una bicicleta como premio principal para un niño o niña de la barriada. El clima de primavera acompañó la tarde, que se convirtió en una verdadera fiesta de las infancias.