En una reciente entrevista a GPS, que se emite por Elonce, Alfredo Blochinger, director de la Dirección de Jóvenes y Adultos del Consejo General de Educación (CGE), desmintió categóricamente las afirmaciones del sindicato docente AGMER sobre el cierre de los centros educativos para jóvenes y adultos. Según los rumores, circulaban noticias alarmistas sobre una posible reducción drástica en la cantidad de escuelas, lo que generó un gran malestar entre los docentes y los estudiantes. Sin embargo, Blochinger aclaró que no existe tal decisión, y que lo que realmente está sucediendo es una evaluación para mejorar la eficiencia de los recursos educativos.

“Lo que ha sucedido es que hemos comenzado una evaluación de estos centros educativos, en muchos casos se encuentran sin alumnos a cargo, y lo que estamos buscando es optimizar la distribución según la demanda real”, señaló Blochinger. El objetivo, según el director, es evitar el despilfarro de recursos en instituciones que no tienen la cantidad mínima de estudiantes necesarios para justificar su funcionamiento.

La importancia de optimizar los recursos educativos

En la provincia, actualmente existen 108 centros educativos para jóvenes y adultos, además de 11 anexos en escuelas primarias. Blochinger explicó que estos centros están distribuidos de manera estratégica en función de la demanda y de las características geográficas. “Es importante entender que algunos centros son móviles, lo que significa que se trasladan de una zona a otra, adaptándose a las necesidades de la población”, afirmó el director.

Los centros de Jóvenes y Adultos cumplen una función crucial en la provincia, brindando educación primaria, secundaria, y formación profesional a quienes no pudieron completar su escolaridad en el sistema tradicional. No obstante, la situación económica y los recortes en los recursos del gobierno provincial han obligado a revisar cómo se distribuyen estos recursos.

“Necesitamos garantizar que cada peso invertido en educación llegue a la mayor cantidad de personas posible. No podemos permitir que haya aulas con solo uno o dos alumnos”, enfatizó Blochinger. En este sentido, el director dejó en claro que la evaluación no busca eliminar centros, sino más bien reordenar la oferta educativa para que sea más eficaz.

Garantizar la continuidad de los estudiantes, clave para la reforma

Uno de los puntos más delicados de esta reorganización es el futuro de los docentes que trabajan en centros con baja matrícula. Según Blochinger, se buscará reubicar a los profesores que sean titulares en otros centros, mientras que los suplentes perderán su contrato al finalizar su período. “Lo importante es que los alumnos no se vean afectados y puedan continuar con su educación. Aun si solo hay uno o dos alumnos, vamos a garantizar que sigan su trayectoria”, afirmó el director.

El director también subrayó que el Consejo General de Educación está comprometido en asegurar que la calidad educativa no se vea afectada por los cambios. En este sentido, destacó que se están incorporando nuevas asignaturas, como educación física, tecnología y arte, para complementar la formación que se ofrece en estos centros.

Finalmente, Blochinger mencionó que el proceso de evaluación de los centros educativos tiene como fecha límite el 30 de junio, y a partir de esa fecha se tomarán las decisiones necesarias para asegurar que la oferta educativa esté alineada con las necesidades reales de la población.