En la previa a los partidos de Patronato organiza a los muchachos de la Barra Fuerte, dicta las órdenes y mueve la gente a la tribuna atrás del arco. Lo ven en el barrio Municipal, en el Lomas del Mirador, en La Milagrosa, en el Paraná XX, en Capibá. <b>Se mueve por todos lados pese a tener un pedido de captura de la Justicia desde hace seis meses</b>, según señala una nota publicada este martes por diario <i>Uno</i>.
<b>Se trata de Roberto Olivera, más conocido como Freddy</b>, quien fue condenado por un intento de homicidio y tras una salida familiar de la cárcel nunca más volvió.
<b>Olivera es cuñado del líder de la Barra Fuerte, Gustavo Barrientos</b>, condenado por un doble homicidio y señalado por doquier como narcotraficante. <b>Junto a Alan, el hijo de Petaco, está a la vanguardia de los turbios negocios</b> que se producen alrededor de los partidos de Patronato.
Aseguran que <b>hasta lo vieron vendiendo entradas en las inmediaciones del estadio en la previa del partido con Boca</b>, un negocio ilícito que hace años maneja la barra por disposición de los dirigentes del club, consigna el medio antes citado.
En noviembre de 2014, <b>Olivera fue condenado, junto a Ramón Cuchara Abasto, a siete años de prisión efectiva por balear a un joven que iba en moto por calle Güiraldes</b>, el 12 de febrero de 2013. Era la época de terror en el Municipal y alrededores, donde la banda delictiva de este barrio mantuvo bajo fuego a los vecinos. Y el temor se palpitó en el juicio a los condenados, en el que también fue sentenciado Muñequito Abasto.
<b>A cuatro años del hecho, Freddy tenía el beneficio de salir ocho horas cada 15 días de la Unidad Penal para ir a visitar a su familia. Pero el 24 de mayo no volvió a la cárcel</b> y la jueza de Ejecución de Penas, Cecilia Bértora, le dictó el pedido de captura, que fue comunicado tanto al Servicio Penitenciario como a la Policía de Entre Ríos.
<b>Foto:</b> <i>Freddy Olivera</i>-Diario Uno-
Por tratarse de un personaje conocido y demostradamente peligroso, se pensaba que la fuerza policial iba a investigar y rastrearlo hasta encontrarlo. Sin embargo, <b>pasaron más de seis meses y Olivera sigue por las calles de Paraná</b>. Se sabe que es un sujeto con muchos contactos y todas las mañas del hampa local, a quien no le faltan lugares donde ocultarse en distintos puntos de la capital provincial.
Sostienen que <b>Olivera también ha sido visto en la tribuna de Patronato</b>, lo que encendería una luz roja en los controles y en el operativo Tribuna Segura. <b>Para la Policía, Freddy es una cara conocida.</b>
Si bien han existido unos cuatro llamados telefónicos de personas que alertaron al Servicio Penitenciario sobre lugares donde se encontraría Olivera, al momento de ir a los domicilios señalados no lo hallaron.
Pasan los días y el hombre que debería estar purgando una condena por un grave delito sigue gozando de la libertad. "Está cerca, pero no visible", deslizó un uniformado.