Sociedad

Cómo analizarán los hallazgos de la expedición al cañón submarino Mar del Plata

Los científicos destacaron que muchos de los hallazgos más valiosos no necesariamente corresponden a especies llamativas, sino a aquellas que aportan información clave para la comunidad científica.

18 de Agosto de 2025
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El cierre de la histórica expedición científica argentina en el cañón submarino Mar del Plata reunió este lunes a 11 de los integrantes del equipo principal en una conferencia de prensa, realizada en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN).

 

Los científicos detallaron el impacto sin precedentes que tuvo la campaña, en la que participó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y respondieron consultas acerca de los resultados, el alcance que tuvo la transmisión en vivo y los próximos pasos de investigación.

 

En el evento, al que asistió Infobae, se reunieron especialistas del MACN y colegas de organismos como el Centro Nacional Patagónico (CENPAT), el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad de Córdoba. El director del museo, Luis Cappozzo, abrió la conferencia con palabras de bienvenida y puso en valor el trabajo conjunto desarrollado por el equipo liderado por el doctor Daniel Lauretta, jefe científico de la expedición.

 

El encuentro funcionó como cierre oficial de una misión que, a lo largo de tres semanas, atrajo a una audiencia récord de casi 18 millones de personas a través de plataformas de streaming y permitió identificar más de 40 nuevas especies en los fondos oceánicos de Argentina.

 

 

 

Un hito científico y tecnológico para Argentina

 

El jefe científico de la expedición, Daniel Lauretta, destacó ante los presentes que la misión “fue un éxito desde el punto de vista científico”, porque “abrió las puertas para investigar de forma más profunda un área del Atlántico sur casi desconocida”. La utilización por primera vez en el país del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian del Schmidt Ocean Institute resultó clave: este instrumento permitió obtener imágenes en ultra alta definición del fondo marino a casi 4.000 metros y recolectar muestras sin alterar el entorno.

 

Cabe aclarar que el equipo accedió al uso del buque y del robot submarino a través de un convenio con el Schmidt Ocean Institute, una institución internacional que financia proyectos de exploración marina. Los investigadores armaron desde 2023 una propuesta competitiva para presentar al instituto que finalmente respaldó su trabajo. En ese sentido, Lauretta subrayó que el tiempo en este tipo de barco “es sumamente costoso”, por lo que ser seleccionados entre las propuestas presentadas en un proceso muy competitivo representó una oportunidad única para la ciencia argentina.

 

Para él, la posibilidad de “ver el fondo marino en directo fue inédita”, especialmente para una campaña argentina. “La calidad de las imágenes captadas por el ROV SuBastian fue excepcional y nos ayudó a comprender mejor la complejidad de este hábitat y la extraordinaria biodiversidad que alberga”, afirmó.

 

El salto tecnológico respecto de campañas previas fue central en la adhesión masiva del público, según informaron los organizadores. Las transmisiones en vivo superaron los 500.000 espectadores promedio por inmersión, muy por encima de los 4.000 habituales que suelen tener experimentos similares en otras partes del mundo, de acuerdo con datos del Schmidt Ocean Institute.

 

 

Descubrimientos clave y el hallazgo de una biodiversidad inédita

 

El equipo científico estimó que la misión permitió identificar al menos 40 nuevas especies de fauna de aguas profundas, entre ellas corales, caracoles, erizos, anémonas y gusanos planos. Los investigadores localizaron arrecifes de coral a más de 1.000 metros de profundidad y campos de corales blandos nunca antes descritos en la zona del cañón Mar del Plata.

 

“Las muestras recolectadas fueron trasladadas al MACN-CONICET. Estamos reconociendo las especies nuevas y describiendo lo que vimos, revisando géneros, familias y literatura para hacer comparaciones”, precisó Lauretta ante los medios. El proceso de análisis y descripción llevará meses o incluso años. “Hay casos en los que necesitamos viajar por el mundo para comparar nuestros hallazgos con ejemplares de referencia y lograr una clasificación precisa. Eso puede llevar hasta una década de trabajo”, sostuvo.

 

Entre los hallazgos, los científicos destacaron la observación en vivo de organismos previamente solo recolectados con redes, como caracoles y determinadas especies de moluscos. Se documentaron ejemplares como la “esponja carnívora, que parecía una lámpara de xenón”, relató Lauretta, y una especie de pulpo telescopio a casi 900 metros de profundidad.

 

 

El equipo detrás de la expedición

 

Participaron más de 30 especialistas del CONICET, el MACN, el Instituto de Biología de Organismos Marinos, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, entre otros centros y universidades nacionales. El armado del equipo, según describió Capozzo, director del MACN, permitió juntar a “cuatro generaciones de científicos para estudiar el océano profundo en nuestro mar argentino”.

 

La ejecución del proyecto dependió también de apoyos internacionales y de la articulación de instituciones como la Cancillería, la Secretaría de Ambiente y la Fundación ASARA. “Todos los que colaboraron en la logística, el financiamiento y la gestión institucional jugaron un rol esencial para hacer posible esta misión”, remarcó Lauretta.

 

De qué manera lo hallado va a impactar en el conocimiento de las especies y su conservación

 

Uno de los grandes aportes de la expedición reside en la obtención de datos y filmaciones en alta definición para caracterizar ambientes y especies.

 

El investigador aclaró que la mayor parte de los resultados taxonómicos se obtendrán durante el próximo año, aunque algunas especies demandarán más tiempo porque requieren comparaciones globales y análisis moleculares complejos.

 

 

Consultado por Infobae sobre con qué criterio decidirán qué investigar -en relación con todo el material recolectado-, Lauretta sostuvo que “la decisión sobre qué investigar parte, en primer lugar, de la relevancia científica y del potencial de impacto que puede tener el trabajo”, explicó. El investigador detalló que se priorizan los ecosistemas clave donde, a partir del análisis de las imágenes y muestras obtenidas, pueden generarse datos cuantitativos sobre abundancia y distribución de especies.

 

Estos datos nos permiten determinar qué ambientes cumplen con criterios internacionales para ser considerados ecosistemas marinos vulnerables. Así podremos fundamentar propuestas para áreas protegidas y aportar información esencial para los estudios de impacto ambiental vinculados a actividades humanas. El objetivo es disponer de líneas de base sólidas sobre la biodiversidad, porque cuanto más conozcamos sobre las comunidades presentes en el Mar Argentino, mejores serán las herramientas para su conservación y manejo a futuro”, concluyó Lauretta. (Fuente: Infobae)

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