Un grupo de 800 argentinas ganaron un juicio contra el fabricante de prótesis mamarias francés PIP (Poly Implant Prothése). Comprobaron que fueron damnificadas por implantes mamarios defectuosos fabricados por la empresa y serán indemnizadas.
El grupo, patrocinado por la abogada Virginia Luna, fue beneficiado por la Cámara de Apelaciones de Francia, que confirmó un fallo de 2013 contra la empresa.
Las argentinas recibirán entre 4 mil y 6 mil euros por parte del Estado francés, que se hará cargo del pago ya que la empresa entró en quiebra, indicó Luna a LA NACION.
El dueño de PIP, Jean-Claude Mas, cumplirá una pena de 4 años de prisión con condena efectiva.
Las prótesis habían sido confeccionadas con silicona de uso industrial, de grado no médico, sin homologar. Algunas pacientes sufrieron rupturas tempranas de las prótesis, otras sufrieron migración parcial de la silicona, y hubo casos de embolia pulmonar. Se calcula que en Argentina unas 15.000 mujeres se implantaron estas prótesis defectuosas.
"La batalla judicial fue muy dura, contra una corporación fuerte y litigando en otro país, así y todo pudimos demostrar que las prótesis vinieron a Argentina con defectos de fábrica", dijo la abogada Luna.