En La Vieja Usina se realizó la exposición de los talleres de los centros comunitarios del departamento Paraná. Los participantes compartieron producciones artísticas, gastronómicas y de oficios. “Es una gran salida laboral”, destacaron en diálogo con Elonce.
Se desarrolló la muestra anual de los talleres de los centros comunitarios de jóvenes y adultos del departamento Paraná, un evento que reunió a docentes, estudiantes, autoridades del Consejo General de Educación (CGE) y público en general. La actividad, que tuvo lugar este lunes en La Vieja Usina, permitió a los asistentes recorrer los distintos stands donde se exhibieron producciones artísticas, gastronómicas y de oficios elaboradas durante el año.
Elonce recorrió los espacios y dialogó con los protagonistas de esta experiencia educativa y social. Desde los centros comunitarios destacaron el compromiso de los alumnos y el valor que estos talleres representan como herramientas de inclusión y salida laboral.
“Con un palo de amasar y harina se puede emprender”
Una referente del Centro Comunitario N°16, del barrio San Agustín, y del N°3 de Puerto Viejo, explicó que “las alumnas elaboraron productos para mostrar lo que aprendieron durante el año. Hubo degustación y también exposición de trabajos de panadería y conservas”.
Agregó que cada grupo cuenta con entre 13 y 15 integrantes, y resaltó que la propuesta “es importante porque representa una gran salida laboral. Es un emprendimiento que se puede realizar desde la casa, sin necesidad de tener grandes maquinarias. Con un palo de amasar y harina se puede hacer lo más posible”.
Oficios con alta demanda
Desde el taller de auxiliar en refrigeración del Centro Comunitario N°16, otro referente señaló que los estudiantes “aprenden a reparar heladeras, aires acondicionados y freezer, además de realizar instalaciones. Es un oficio con mucha demanda laboral”.
Contó además que, para practicar, “a veces trabajamos en las casas de los mismos alumnos, hacemos reparaciones reales y eso los prepara para el futuro. Tenemos aproximadamente 14 personas que están por recibirse como nuevos técnicos”.

En el centro también se dictan talleres de modista, peluquería, gasista, electricidad y manualidades. “Invitamos a toda la gente a sumarse el año que viene. Siempre hay lugar para aprender un oficio”, agregó.
Historias de esfuerzo y vocación
Una alumna del taller de refrigeración expresó: “Para mí es algo increíble. Aprendemos tanto teoría como práctica, y eso es fundamental. A pesar de la situación del país, estos trabajos son una oportunidad real. Es lo ideal para un técnico”.
Por su parte, una participante del taller de marroquinería del Centro Comunitario N°11 de San Benito comentó: “A mi edad necesitaba hacer algo. Esto me entretiene y me hace bien. Hacemos materas, hierveros, azucareras y bolsos. Me encanta trabajar el cuero”.
Creatividad y emprendimiento
En el mismo centro, desde los talleres de diseño gráfico y estampado, otro referente explicó: “Tenemos una conjunción de lo que hemos hecho entre diseño gráfico y estampador con estas bolsitas. Les damos herramientas a las personas para que puedan emprender, desarrollarse y encontrar una salida laboral”.
Actualmente, en su taller participan unas 20 personas. “Son oficios accesibles, que no requieren grandes inversiones y permiten generar ingresos propios”, concluyó.