La Policía de Entre Ríos cuenta con un equipo de 15 negociadores formados para intervenir en situaciones de crisis, como tomas de rehenes o personas atrincheradas con armas de fuego. Se trata de un trabajo especializado que, años atrás, era conocido principalmente por la figura del actual jefe de Policía, el comisario general González, pero que hoy se extiende a un grupo mayor de efectivos.
En diálogo con Elonce, Neri Yedro, uno de los 15 negociadores provinciales, detalló: “Cuando la situación se ve sobrepasada, cuando hay que dar una respuesta especial para llegar a buen puerto en un conflicto, es que nos comisionan y nos hacemos presente con el equipo de negociación. Casi siempre se da en el caso de toma de rehenes o personas atrincheradas”.
Protocolos y especializaciones
El funcionario explicó que dentro de los equipos “no todos intervienen en el mismo tipo de situaciones”. Según señaló, “tenemos dos negociadores especializados en tomas de rehenes, otros dos que se perfilan para casos de personas atrincheradas con armas de fuego y lo mismo ocurre con los demás integrantes”.
Sobre el procedimiento, indicó: “En principio, al hacernos presente, ya está conformado lo que se llama el cerco perimetral de aferramiento, es decir, un perímetro para evitar que terceros inocentes o el personal policial resulten lesionados. Luego se establece el primer contacto con el CEC, que es como denominamos al causante del evento crítico”.
Escucha activa y vínculo de confianza
Uno de los ejes fundamentales de la tarea es generar confianza con la persona en crisis. “Se trata de que la persona eleve su nivel de racionalidad, descienda su nivel de emocionalidad y brindarle soluciones pacíficas”, dijo Yedro.
Aclaró que la clave inicial es “la escucha atenta y desprejuiciada de lo que le está pasando a la persona atrincherada. Ese primer paso es fundamental porque nos da el puntapié para iniciar una negociación exitosa”.
Estrés y capacitación constante
El trabajo de los negociadores es de alta exigencia emocional. “Es tensionante, genera cierto estrés que uno lo siente cuando finaliza todo, pero no puede transmitirlo. Hay que controlar el nerviosismo y sobreponerse a situaciones adversas”, reconoció el efectivo.
Asimismo, resaltó la importancia de la formación continua: “Es una capacitación constante que se realiza acorde a nuevos eventos que surgen a nivel nacional e internacional. Incluso capacitamos al resto de la policía, porque los primeros que llegan al lugar son otros efectivos, a quienes denominamos primer interventor. Representan un gran porcentaje del éxito de la negociación, ya que nos brindan la información inicial para iniciar el trabajo”.
Distribución en la provincia
Actualmente, de los 15 negociadores, solo una es mujer. “Estamos distribuidos de manera desproporcionada. En el COE somos seis, pero hay cuatro grupos departamentales especiales que cuentan con un único negociador”, apuntó Yedro, quien consideró necesario ampliar la dotación.
Finalmente, destacó la satisfacción que deja el cumplimiento del deber: “Después de todo, uno se relaja, sobre todo si el resultado fue positivo, pero con la satisfacción de haber hecho lo correcto”.