El río Paraná se mantiene en 22 centímetros en la capital entrerriana y los pronósticos no son muy alentadores respecto a un repunte para los próximos meses.

Esta pronunciada bajante está generando dificultades en el Club Náutico de Paraná, y el monitoreo del comportamiento de las aguas es constante, ya que deben velar por las embarcaciones que están en las amarras, que son aproximadamente unas 800.

Leonardo Díaz, presidente de la entidad indicó que “la bajante genera dificultades para mantener la caleta, tenemos mucho trabajo en este momento porque tenemos mantener todas las embarcaciones a flote y seguras”.

“Es un trabajo diario porque la variación es constante. La semana pasada, el río bajaba de 10 a 12 cm por día, y si las amarras están flojas se empiezan a mover todos los barcos y permanentemente tenemos que ajustar todas las amarras de las embarcaciones de las tres caletas que tenemos”, dijo por su parte Alejandro Curto, vicepresidente del Náutico.

Además, señaló a Elonce TV que “hay que estar asegurando la navegación, la entrada y salida del club. La draga está tratando de mantener el canal; al achicarse el espejo de agua hay que entrar a amontonar las embarcaciones, lo cual es un trabajo de hora a hora, hay que estar vigilando la altura del río y la tensión de las amarras”.

“Si bien hay muchas marinas apoyadas en el barro directamente, no tenemos barcos apoyados en el barro como pasa en Rosario y eso constituye un daño enorme para las embarcaciones. Gracias al trabajo que se hace en el club, se ha podido evitar que los barcos tomen contacto con el barro”, aclaró.

En tal sentido, Díaz destacó que en el club “hay unas 800 embarcaciones, y hasta el momento ninguna se ha visto perjudicada por la bajante”.

“Con algo de precaución tenemos marcado un canal muy, muy estrecho, pero casi el 90 % de las embarcaciones están pudiendo salir del club, regulados por la pandemia y los decretos que saca el gobierno”, mencionó finalmente. Elonce.com