Un brutal tiroteo en una iglesia mormona en Michigan sacudió este domingo a la pequeña localidad de Grand Blanc, ubicada a unos 80 kilómetros al norte de Detroit. Un hombre armado irrumpió en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, asesinó a al menos una persona, hirió a otras nueve y luego provocó un incendio dentro del templo. El atacante fue abatido por la policía.
Según confirmaron las autoridades locales, el hecho ocurrió cerca de las 11 de la mañana, mientras se celebraba una ceremonia religiosa con la presencia de decenas de familias, incluidos niños y bebés. La violencia del ataque y la posterior explosión de llamas generaron escenas de caos y desesperación dentro del recinto.
El Departamento de Policía de Grand Blanc informó que el tirador, un hombre de unos 40 años oriundo de Burton, estrelló su camioneta contra la fachada de la iglesia antes de ingresar con un rifle de asalto y comenzar a disparar indiscriminadamente. Acto seguido, provocó el incendio intencional del lugar. “No hay amenaza activa, el tirador fue abatido. La iglesia está en llamas. ¡Eviten la zona!”, alertaron en un primer comunicado.
Incertidumbre y conmoción en la comunidad local
Aunque el fuego fue contenido horas más tarde, las autoridades aún continúan trabajando en el lugar en busca de más posibles víctimas. Se investiga si alguno de los heridos se encuentra en estado crítico. La Fiscalía del distrito ya inició una causa penal por terrorismo doméstico, homicidio y daño agravado a propiedad religiosa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció rápidamente tras conocerse la tragedia. En su plataforma Truth Social escribió: “Parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos de Estados Unidos. ¡Esta epidemia de violencia debe terminar ya!”. A sus palabras se sumaron mensajes de repudio y solidaridad de figuras del gobierno, como la Fiscal General, Pamela Bondi, y el director del FBI, Dan Bogino, quien confirmó la participación del organismo en la investigación.
“Esta violencia en un lugar de culto es desgarradora y escalofriante. Les pido que se unan a mí en oración por las víctimas”, expresó Bondi. El FBI, en tanto, desplegó personal en la zona para asistir a las fuerzas locales y colaborar en la recolección de evidencia digital y balística. (Con información de Clarín)