Estudió maquillaje y peluquería, vive de la venta online de sus obras de arte, practica la Cienciología, la religión de su padre, y está distanciada de su mamá.
Si bien su padre y su madre son dos megacelebridades de Hollywood, su cara es desconocida para el público. Isabella “Bella” Jane Kidman Cruise (29) es, como lo indican sus apellidos, hija de Tom Cruise y de Nicole Kidman, quienes la adoptaron junto a Connor (27), el segundo hijo de ese matrimonio que duró once años.
Los hermanos Bella y Connor mantienen un bajo perfil.
Bella vive al margen de la fama de su familia por decisión propia, pero no oculta sus orígenes y, de hecho, su emprendimiento comercial y artístico lleva su nombre completo, con los apellidos de mamá y papá, en ese orden. Egresada de la prestigiosa academia londinense Delamar de maquillaje y peluquería (donde se formaron artistas ganadores de premios Oscar, Bafta y Emmy), se dedica a la pintura y vende online sus obras, enmarcadas o impresas sobre remeras, bolsas, fundas de celulares y pins. Sus trabajos –cuyos precios no superan los 30 dólares–también pueden verse en su cuenta de Instagram, @bellakidmancruise, donde, curiosamente, no hay ninguna foto de su mamá Nicole.
Egresada de la prestigiosa academia londinense Delamar de maquillaje y peluquería, se dedica a la pintura y vende online sus obras, enmarcadas o impresas sobre remeras, bolsas, fundas de celulares y pins.
Por lo que se sabe, la joven y su hermano son cienciólogos, como su padre, y cuando él se divorció de Kidman en 2001, ella se retiró de la iglesia de la Cienciología y fue catalogada como una “persona supresiva”, lo que motivó que Bella y Connor, pese a que eran menores, tomaran distancia de la actriz. Luego Nicole tuvo dos hijas más –Sunday Rose y Faith Margaret– junto a su actual marido, el cantante country Keith Urban. Y Cruise tuvo, junto a la actriz Katie Holmes, a Suri (16), que sí es famosa desde su nacimiento, y que, a diferencia de Bella y de Connor, cuando sus padres se divorciaron en 2012, eligió permanecer junto a su mamá, en Nueva York, lejos de la influencia religiosa del protagonista de Top Gun.
La Nación.