REDACCIÓN ELONCE
Más de 100 alumnos de un colegio mendocino quedaron libres tras los graves disturbios registrados el último día de clases. Las autoridades del Colegio Santa María, ubicado en Godoy Cruz y dependiente de la Universidad Champagnat, sancionaron a 115 estudiantes de quinto año por daños materiales, desobediencia a directivos y cánticos ofensivos hacia el director durante los tradicionales festejos de fin de curso.
La institución resolvió aplicar una medida disciplinaria excepcional, combinando sanciones severas con un plan intensivo de reparación que deberán cumplir para evitar rendir todas las materias como alumnos libres. La decisión surgió luego de constatar roturas en mobiliario, instalaciones y producciones académicas, incluso trabajos pertenecientes a estudiantes universitarios de la Facultad de Informática y Diseño.
Según se precisó, cada alumno involucrado recibió 20 amonestaciones, el máximo permitido por el reglamento de convivencia antes de perder la regularidad escolar. La resolución establece que ese número solo podrá reducirse a 14 si los estudiantes completan un plan reparador obligatorio, con tareas comunitarias, talleres formativos y un coloquio evaluativo.
Qué dice la resolución y cómo se aplicará el plan disciplinario
La resolución interna N°065-REC-2025 describe una “seria alteración del orden institucional” ocurrida el 27 de noviembre. El Consejo Escolar detalló roturas de mobiliario, destrozos en aulas y daños significativos en proyectos académicos de nivel universitario. Además, se consignaron insultos y expresiones agraviantes hacia el equipo directivo, junto con la negativa de los estudiantes a acatar indicaciones.
Estas conductas fueron calificadas como faltas graves y muy graves según el reglamento vigente. Al acumular 20 amonestaciones, los 115 alumnos quedaron libres, tal como establece la normativa escolar. No obstante, se ofreció una única vía para evitar la pérdida de regularidad: cumplir sin faltas un plan de cinco días de trabajo, talleres y acciones solidarias, además de un coloquio formativo a desarrollarse en febrero.
El beneficio es frágil: cualquier incumplimiento, ausencia, impuntualidad o incidente nuevo anula la reducción de amonestaciones y obliga a los alumnos a rendir todas las materias como libres.
Trabajo comunitario, talleres y evaluación obligatoria
El plan se desarrollará entre el 12 y el 18 de diciembre, de 8 a 12.30. Los estudiantes deberán realizar tareas de limpieza profunda, ambientación de espacios para alumnos ingresantes, diseño de juegos sin tecnología, proyectos de convivencia y acciones solidarias.
También participarán en talleres de reflexión, armado de materiales para nivel inicial y primario, y un desayuno institucional junto al personal de limpieza y mantenimiento, acompañado de cartas de disculpas.
Además, en febrero deberán rendir un coloquio obligatorio sobre normas de convivencia, responsabilidades, reglamento escolar y marco legal. Superar esta instancia es condición esencial para la reducción de amonestaciones y la recuperación de la regularidad.
Las familias deberán afrontar los daños
La institución confirmó que los daños provocados serán pagados por las familias. El Área de Mantenimiento, el Departamento de Sistemas y la Facultad de Informática y Diseño realizarán una valuación técnica de los perjuicios, que luego serán imputados en la factura mensual de cada grupo familiar.
Desde el Rectorado aclararon que se trata de una intervención extraordinaria, adoptada por la gravedad de lo ocurrido, y que no sentará precedente para futuras medidas disciplinarias. La combinación de sanción, reparación y formación, indicaron, busca restablecer el orden institucional y fortalecer la convivencia escolar. (Con información de Uno Mendoza).