El sector agropecuario expresó su conformidad a medias tras el anuncio de prórroga de la reducción de retenciones únicamente para el trigo y la cebada hasta marzo de 2026. Ocurre que la soja, el maíz, el girasol y el sorgo volverán a sus alícuotas anteriores, revirtiendo la baja transitoria aplicada meses atrás.

Desde las principales entidades rurales reclamaron al gobierno de Javier Milei que mantenga la reducción de retenciones también para la soja y el maíz, dos cultivos clave para la economía nacional. “Seguimos transmitiendo lo mismo: que el 1 de julio no vuelvan a subir las retenciones a la soja y el maíz”, advirtió el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Marcos Pereda.

Críticas al esquema impositivo actual

Pereda valoró el gesto hacia los cultivos de invierno, pero alertó sobre los efectos negativos de mantener un régimen fiscal que considera perjudicial. “Si bien el anuncio con relación al trigo y la cebada muestra buena voluntad, no es buena la manipulación o intervención del mercado que resulta a través de estas bajas transitorias de impuestos”, señaló.

El dirigente rural insistió en que la política de retenciones continúa siendo injusta y contraproducente para el desarrollo del agro. “Estos impuestos que castigan la producción y son de emergencia, son además distorsivos, discriminatorios y confiscatorios”, afirmó Pereda, subrayando la necesidad de un cambio estructural en el sistema tributario.

Además, recordó que una medida similar aplicada el año pasado resultó fallida. “Ya la anterior baja transitoria fue un error. Por eso, persistir en el error es muy preocupante”, cuestionó, al tiempo que pidió una hoja de ruta clara y duradera. “Lograr una hoja de ruta para la baja permanente de las retenciones, que genere previsibilidad y expectativas positivas sobre el futuro de Argentina”, propuso.

El agro como motor económico

Tanto la Sociedad Rural como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) remarcaron el potencial del campo para impulsar el crecimiento del país si se reduce la presión fiscal. “El campo puede multiplicar su producción si se le alivia la presión fiscal”, sostuvo Pereda, mientras que desde CRA, el vicepresidente Javier Rotondo fue aún más contundente: “El único camino es ir hacia una baja total y a una eliminación de los derechos de exportación”.

Rotondo también rechazó los anuncios con plazos y condiciones: “Los anuncios con fechas y límites no brindan la certidumbre que el productor necesita”. Según explicó, el cambio constante de reglas “complica la planificación de siembras e inversiones en un mercado ya de por sí expuesto a vaivenes”.

La presión tributaria sobre el agro contrasta con el impacto positivo que tiene el sector en la economía nacional. En abril, la recaudación por retenciones creció 12% respecto a marzo y un 108% interanual, alcanzando los u$s 589 millones, con un acumulado de u$s 2.174 millones en lo que va de 2025.

Un año récord en ingresos, pero con reclamos latentes

Según estimaciones privadas, 2025 será el tercer mejor año en recaudación por Derechos de Exportación (DEx) de la última década. Para mayo, se espera un “pico” de liquidación de granos y de ingresos de divisas, y las retenciones podrían representar un 5,3% de los ingresos fiscales, superando el promedio anual.

En términos nominales, este mes las retenciones al campo podrían rondar los $700.000 millones, una cifra que vuelve a poner en debate el equilibrio entre la recaudación fiscal y el estímulo a la producción.

Mientras el gobierno busca sostener el equilibrio fiscal, el campo insiste en que subir las retenciones a la soja y al maíz sería un error con graves consecuencias para el sector y para el país. El reclamo es claro: mantener la baja y avanzar hacia un sistema más justo y previsible.