REDACCIÓN ELONCE
En Plaza Mansilla, frente a la Casa de Gobierno de Entre Ríos, se presentaron los resultados del programa provincial “Botellas que construyen futuro”, una iniciativa que combinó el cuidado ambiental con la construcción de infraestructura escolar: Tuvo como meta la recolección de un millón de botellas PET en distintos puntos de la provincia.
El ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Darío Schneider, destacó el logro alcanzado en charla con Elonce: “Concluimos el objetivo que nos habíamos planteado con esta campaña, donde nos habíamos propuesto la recolección de un millón de botellas en toda la provincia, finalmente lo logramos”.
La campaña contó con la participación de instituciones educativas y vecinos de Paraná, Crespo, General Ramírez, Villa Libertador San Martín y otras localidades. Escuelas y familias se sumaron a los puntos de acopio habilitados para reunir las botellas.
De botellas a ladrillos PET
Los envases recolectados fueron utilizados para la fabricación de ladrillos PET, que se producen a partir de botellas molidas mezcladas con cemento y arena. Schneider precisó: “Hemos logrado la fabricación de 36.000 ladrillos PET. Con ellos construiremos aulas y sanitarios en una escuela”.
El destino de los materiales será la Escuela Nº 105 de Crespo, donde se edificarán tres aulas y un módulo sanitario. Según explicó el ministro, “en lugar de tener una botella que esté contaminando en los arroyos, nuestros ríos o campos, podamos reutilizarla y transformarla en un elemento constructivo”.
Hasta el momento ya se han producido 20.000 ladrillos y se estima completar en breve el total de 36.000 previstos.
Impacto educativo y ambiental
La presidenta del Consejo General de Educación, Alicia Fregonese, valoró la propuesta: “Es un proyecto maravilloso y espero que sea el primero de muchos. Se transformaron botellas que contaminaban en algo que es vida y que será parte de un aula”.
Remarcó además el valor pedagógico de la experiencia: “Hace ver a los estudiantes lo bueno de cuidar el ambiente y cómo tenemos que hacer ese esfuerzo para juntar materiales contaminantes y pensar en una solución que tenga sentido”.
Según se explicó, la relación de materiales es clara: con 30 botellas se fabrica un ladrillo. Así, la campaña permitió reunir el equivalente a 36.000 ladrillos destinados a la construcción educativa.
Durante la jornada también se resaltó la colaboración de las escuelas Rivadavia y Sarmiento de Paraná, además de otras instituciones educativas de distintos departamentos. Los estudiantes participaron activamente en la recolección y en actividades de concientización ambiental. Las autoridades coincidieron en que la propuesta cumplió un doble objetivo: construir aulas nuevas y generar conciencia ambiental en la sociedad entrerriana. (Elonce)