Paraná

Por la humedad persistente, crece la demanda en lavanderías: los precios

La humedad y la niebla persistente en Paraná dispararon la demanda en lavanderías. Vecinos buscan soluciones para el secado de ropa, frazadas y acolchados. El servicio por canasto cuesta $4.000 y el lavado de acolchados desde $10.000.

10 de Abril de 2025
Crece la demanda en lavanderías

Los días grises, con humedad constante y niebla, se volvieron una postal habitual en la ciudad de Paraná durante la última semana. Y si hay algo que esta combinación complica en los hogares, es el lavado y secado de la ropa. Como consecuencia, las lavanderías registran un aumento sostenido en la demanda, confirmaron a Elonce desde uno de los comercios de la zona céntrica.

Crece la demanda en lavanderías

“En invierno y con estos días húmedos se nota mucho más. La ropa no se seca, entonces la gente prefiere traerla al lavadero”, explicó la dueña de una lavandería ubicada en calle Perón y Echagüe. "Además, con la llegada del frío, también traen frazadas, acolchados, alfombras y hasta peluches. Hay semanas que no paramos", contó.

El secado de prendas se vuelve prácticamente imposible en hogares sin secarropas o espacios cerrados, lo que lleva a muchos vecinos a acudir a lavanderías incluso para tareas habituales como el lavado de ropa de todos los días.

Crece la demanda en lavanderías

 

“Ya tenemos muchos clientes fijos. La mayoría viene eb esta época y también gente que no tiene lavarropas en su casa y encuentra una solución acá”, explicó.

El servicio más pedido es el clásico lavado por canasto, que incluye hasta diez prendas por un valor de $4.000. Por otro lado, los acolchados, que requieren lavado especial y secado profundo, tienen un costo que ronda los $10.000, aunque el precio varía según el tamaño, el tipo de relleno.

 

“Las frazadas, alfombras y acolchados se cobran por separado del canasto. Siempre tratamos de calcular con el cliente presente, para que sepa qué servicio está contratando”, sostuvo la dueña.

Aunque el invierno es la temporada más fuerte para este rubro, en verano también hay movimiento, aunque con otros enfoques: “En esa época trabajamos mucho con mantelería de eventos o de bares. Siempre hay algo para lavar”, remarcaron.

Dueña del local

El negocio, aseguran, funciona como un emprendimiento familiar. “Trabajamos con el barrio, conocemos a cada cliente. Queremos estar al día, cumplir y seguir ofreciendo un servicio que facilite la vida en estos días donde hasta secar una remera puede llevar días”, dijeron con orgullo.

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