Sociedad Invasión de tapiocas

Pequeñas "aguasvivas" invaden playas de la costa argentina

El mar de Gesell y Pinamar está "vedado" por la invasión de tapiocas, pequeñas aguavivas, que se instalaron en la costa bonaerense durante el fin de semana. Son imperceptibles a simple vista.

23 de Enero de 2017

Las altas temperaturas de los últimos días en la Costa Atlántica eran la excusa perfecta para que los turistas puedan aprovechar de la playa y el mar. Pero hubo lugares como Pinamar o Villa Gesell que sufrieron la invasión de las 'tapiocas', una especie de aguas vivas imperceptibles a simple vista, pero que al tomar contacto con la piel dejan sus marcas.

 

Este estilo de medusas invadieron la costa atlántica y picaron a muchos turistas, que no pudieron aprovechar el mar. El viento de tierra, es decir el que sopla desde el continente hacia el mar, es el que atrae a las tapiocas. Según el pronóstico nacional, el calor se mantendrá durante toda la semana y el viento norte, por lo que seguirían en el mar.

 

Juan Manuel Martínez, subdirector de las playas de Villa Gesell, se refirió a la invasión de tapiocas y aconsejó a los turistas. "Se recomienda una ducha de agua dulce, no refregarse las partes sensibles y en caso de que continúe el ardor, consultar con un médico", indicó.

 

"Donde más se aloja es en las mallas y arde en las axilas y párpados. Como la temperatura del mar es cálida, va a haber tapiocas. Cuando pase el viento sur, quedan en la orilla y van desapareciendo", agregó.

 

La tapioca es una medusa que mide aproximadamente entre uno y dos centímetros. Es totalmente transparente y tienen ocho tentáculos de los cuales cuatro son los que tiene veneno.

 

Según explicó Julienta Lecanda, se meten entre la malla y la piel y al estar en continuo contacto con la piel, los filamentos se depositan en la piel y después de unas horas, empieza a picar la superficie donde estuvo el roce.