A diez años del incidente que marcó un antes y un después en los Superclásicos entre Boca y River, Adrián "Panadero" Napolitano rompió el silencio. En una entrevista con TyC Sports, el hincha xeneize que arrojó gas pimienta a los jugadores de River en la Bombonera durante el entretiempo del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2015, afirmó: "Yo me inmolé por Boca y no me arrepiento".
El 14 de mayo de 2015, el partido entre Boca y River fue suspendido luego de que varios jugadores del equipo millonario fueran afectados por gas pimienta al regresar al campo de juego para disputar el segundo tiempo. La Conmebol determinó la descalificación de Boca Juniors de la competencia y otorgó la victoria a River Plate, que luego se consagraría campeón del torneo.
Napolitano, en su testimonio, sostuvo: "Es lo mismo que sepa que van a entrar a robar a mi casa con mis hijos adentro y me quede de brazos cruzados sin hacer nada. El tiempo me fue dando la razón, pero ya está, ya pasó". Además, agregó: "Nunca quise hacerme famoso y siempre preferí resguardar a mi familia. Algún día nos vamos a sentar dos horas y voy a contar todo, pero hoy no es el momento".
Tras el incidente, Napolitano fue identificado gracias a las imágenes televisivas y procesado por la Justicia. Evitó el juicio oral y público a cambio de realizar tareas comunitarias en una parroquia de su barrio y fue sancionado con la prohibición de concurrir a estadios de fútbol por tres años. Además, fue expulsado como socio del Club Atlético Boca Juniors.
En cuanto a su vida personal, Napolitano continúa trabajando en su panadería en Valentín Alsina y mantiene un perfil bajo. "Ustedes me trataron como a un delincuente pero la gente sabe que no lo soy y sólo me desbordó la pasión", expresó en una entrevista anterior. A pesar de la sanción, sueña con volver a la Bombonera: "Creo que voy a poder volver a la cancha: el hincha sabe que nunca quise perjudicar a Boca y que quienes lo están perjudicando son otros", afirmó.
Napolitano también manifestó su desconfianza hacia las autoridades del fútbol sudamericano: "La gente se está dando cuenta de por qué se hizo lo que se hizo. Estaba todo arreglado para que pasara River, igual que todo lo que vino después. Nunca quisimos suspender el partido, era sólo meter presión y se fue de las manos, porque la idea no era dañarlos físicamente, sino que sintieran que esto es Boca".
A una década del suceso, el "Panadero" mantiene su postura y espera que el tiempo le permita regresar a la cancha y contar su versión completa de los hechos. (con información de TyC Sports)