La exboxeadora Alejandra "Locomotora" Oliveras (47) permanece este lunes 21 de julio internada en la unidad de terapia intensiva del Hospital José María Cullén, en la provincia de Santa Fe, tras haber sufrido un ACV isquémico hace una semana. A raíz de esta emergencia, la deportista debió ser operada días atrás. El parte médico más reciente sobre su estado fue difundido esta mañana por las autoridades del hospital.
"Alejandra Oliveras se encuentra estable clínicamente, con evaluaciones neurológicas y monitoreo permanente. Los otros parámetros clínicos se encuentran estables. Se mantiene similar desde lo clínico, con un monitoreo dinámico. Cuando hablamos de estabilidad significa que mantienen parámetros controlados", explicó Bruno Moroni, director del hospital donde la exboxeadora fue internada. Sin embargo, el especialista también dejó claro que, aunque su condición es estable, el pronóstico sigue siendo reservado.
A una semana del ACV, el estado de Oliveras sigue siendo crítico, y la situación médica se mantiene dinámica. "El cuadro sigue siendo crítico y con pronóstico reservado", afirmó Moroni, añadiendo que por momentos se le redujo la medicación, pero aclaró que esto no debe interpretarse como un signo definitivo de evolución. El equipo médico continúa monitoreando su estado con cautela.
Primeros síntomas y diagnóstico
La salud de Locomotora comenzó a deteriorarse a primera hora del lunes 14 de julio, cuando su hijo la encontró confusa y con dificultades para moverse. Ese mismo día, Oliveras debía asumir como concejal constituyente en la provincia de Santa Fe, pero debido a los síntomas, su familia decidió solicitar asistencia médica de urgencia. Tras la primera atención en un centro de menor complejidad, fue derivada al Hospital Cullen.
A su llegada al hospital, a las 9:20 de la mañana, los médicos diagnosticaron a la exboxeadora un síndrome confusional, acompañado de pérdida de movilidad en todo el lado izquierdo del cuerpo.
Para confirmar la gravedad de su situación, se le realizaron diversos estudios, incluidas tomografías y resonancias magnéticas, que finalmente revelaron que Oliveras había sufrido un ACV isquémico en el lado izquierdo de su cerebro.
Complicaciones y cirugía urgente
El miércoles siguiente, el estado de salud de Alejandra Oliveras se complicó aún más. Una nueva tomografía detectó un aumento de la presión intracraneal, lo que generó un edema cerebral que podía poner en riesgo sus funciones vitales.
Ante este panorama, los médicos decidieron realizarle una cirugía urgente para aliviar la presión y prevenir daños mayores. La intervención consistió en una craniectomía descompresiva, un procedimiento quirúrgico que busca reducir la presión intracraneal elevada al crear un espacio en el cráneo.
La operación fue crítica, pero necesaria para evitar consecuencias fatales. Jesús, hermano de Alejandra, comentó a los medios que los médicos habían comenzado a bajarle transitoriamente la medicación para evaluar su respuesta. "Ella ya movió un ojo un poco y la mano derecha. Es una buena señal. Luego de eso, volvieron a inducirla porque necesita que no consuma tanto oxígeno como para que descanse", explicó el familiar. (Con información de Clarín)