Lucía Galán, reconocida por su trayectoria en el dúo Pimpinela, sorprendió recientemente al mostrar un costado poco conocido de su vida. En una entrevista íntima, la artista habló con profundidad sobre su conexión con lo espiritual, un tema del que rara vez se expresa públicamente. “Con los años me volví más espiritual que religiosa”, aseguró, marcando una diferencia clara entre la fe institucionalizada y su búsqueda personal de sentido.
La confesión llegó en el marco del programa Con estilo, conducido por Myriam Bunín, donde la cantante no solo compartió sus creencias, sino que también abrió las puertas de su casa. Allí mostró con orgullo una impactante colección de imágenes religiosas, en especial vírgenes, que ha ido reuniendo con los años y que forman parte esencial de su universo íntimo.
Las imágenes religiosas están dispuestas en un lugar destacado del living, sobre un mueble que reúne cientos de estatuillas, cuidadosamente acumuladas a lo largo del tiempo. Provenientes de distintos rincones del mundo, cada una parece tener una historia propia y un significado especial para Lucía, que las considera una fuente de energía y compañía espiritual.
Una conexión profunda que atraviesa la vida y la muerte
Más allá de lo visible, Galán relató un episodio que marcó profundamente su creencia en lo espiritual. Según contó durante la charla, vivió una experiencia impactante tras la muerte de su madre, ocurrida en 2020. La cantante explicó que ambas habían acordado previamente una palabra clave para usarse desde el “más allá”, con el objetivo de comprobar si la conexión espiritual trascendía la muerte.
“Las entidades se mueven con mucha facilidad a través de los aparatos electrónicos. Con mi mamá teníamos una palabra clave que íbamos a usar desde el más allá para comunicarnos, para saber si todo esto era cierto”, relató Lucía, visiblemente conmovida. El momento marcó un antes y un después en su relación con lo intangible.
El hecho que terminó de confirmar sus creencias no tardó en llegar. “A los pocos días de su muerte, me llegó un mensaje a mi celular con esa palabra. Sólo nosotras la sabíamos”, afirmó la artista, dejando sin palabras a la conductora. La historia, lejos de parecer fantasiosa, fue contada con serenidad y convicción, lo que generó empatía entre los televidentes.
Fe, recuerdos y una vida con sentido espiritual
Lucía Galán ha transitado más de cuatro décadas de carrera artística con una vida siempre bajo el ojo público. Sin embargo, esta vez eligió mostrar algo mucho más íntimo y personal: su relación con lo sagrado, con los recuerdos de su madre y con una dimensión espiritual que va más allá de lo visible.
Su testimonio no solo conmovió, sino que también abrió la puerta a una conversación más amplia sobre la fe, la energía, los vínculos que perduran incluso después de la muerte, y el modo en que cada persona transita la espiritualidad desde un lugar único y genuino.
La entrevista dejó en claro que, más allá del escenario y los aplausos, Lucía Galán también camina su propio camino interior, guiada por símbolos, experiencias y la certeza de que hay algo más allá de lo tangible que la acompaña día a día. (NA)