REDACCIÓN ELONCE
En diciembre de 2024, la vida de la familia de Matías Colaprete cambió para siempre. Su hijo de 38 años falleció tras ser picado por una abeja mientras nadaba en la pileta del Club Interprofesional de Paraná. La situación se complicó debido a la falta de un desfibrilador accesible y la carencia de insumos médicos en el club. Sus padres relataron a Elonce cómo sucedió el hecho.
"A partir de este dolor tan profundo, nos prometimos trabajar juntos para que no haya otro caso como el de él", dijo su papá.
Para los padres de Matías, la tragedia dejó una huella irreparable. "Es una pérdida imposible de llenar, pero decidimos que no íbamos a quedarnos de brazos cruzados. No queremos que otra familia pase por lo mismo", dijo su madre, quien agregó que la muerte de Matías no fue solo un golpe personal, sino un recordatorio de las falencias en los sistemas de salud y seguridad en los espacios públicos.
El proyecto de ley de seguridad en natatorios
El proyecto de ley nace de una iniciativa ciudadana liderada por la familia del joven. La propuesta busca establecer normas claras para garantizar la seguridad en los natatorios de la provincia. Entre los requisitos que incluye la ley se encuentran la obligación de contar con desfibriladores en funcionamiento, personal capacitado en emergencias y un control adecuado de los recursos médicos.
"Cuando Matías se desmayó, no había un desfibrilador accesible. Estaba bajo llave. En ese momento, ni siquiera sabíamos si hubiese servido, pero lo que está claro es que no había nada que pudiera salvarlo", recordó su mamá, quien también lamentó la falta de formación en el personal de seguridad del club. "Cuando pedimos que llamaran a una ambulancia, nos dijeron que no porque había que pagarla, pese a que insistimos en que nos íbamos a hacer cargo", explicó.
La familia y los legisladores se movilizan
La diputada Liliana Salinas está gestionando el proyecto con la Cámara de Diputados. La familia de Matías ha estado trabajando para que la ley se sancione lo antes posible. “Esto no es un capricho, es una necesidad. Mi hijo ya no está con nosotros, pero queremos que su muerte sirva para que otros no sufran lo mismo”, aseguró la madre.
La ley aún está en proceso de revisión, pero los padres confían en que será sancionada antes de fin de año. "Nos prometimos que antes del 8 de diciembre, cuando comienza la temporada de piletas, la ley estuviera aprobada. Si no conseguimos la aprobación, vamos a seguir luchando", afirmó su padre, quien subrayó la importancia de que los natatorios cuenten con todos los recursos necesarios para atender una emergencia de manera inmediata. “Una ambulancia que llegue sin oxígeno ni camilla adecuada no sirve. Las vidas de las personas no pueden depender de la suerte”, añadió.
A medida que el proyecto avanza en Diputados, la familia sigue trabajando en su divulgación y en obtener más apoyos. “Ya hemos hablado con varios senadores y estamos esperando el respaldo necesario para que esto se convierta en ley. Esto no es solo por nosotros, es por todos los que pueden estar en riesgo en un natatorio”, comentaron.
A través de este proyecto, esperan transformar su dolor en una causa que impacte positivamente en toda la sociedad, y que logre evitar que otras situaciones similares se repitan. "No queremos que otra familia pase por lo mismo. Esta ley puede salvar una vida", concluyeron.