La Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo clave que revoca parcialmente una sentencia anterior y reconoce que Beatriz Salomón, fallecida en 2019, fue víctima de una grave vulneración a su intimidad. A más de 20 años del escándalo televisivo que destruyó su vida personal y profesional, el máximo tribunal reafirmó que la difusión no consentida de imágenes privadas constituye un delito, incluso cuando se trata de figuras públicas.

El caso se originó en octubre de 2004, cuando el programa Punto Doc, emitido por América TV, divulgó una cámara oculta donde el entonces esposo de Salomón, el cirujano Alberto Ferriols, ofrecía supuestos favores médicos a cambio de sexo. Al día siguiente, las imágenes fueron retransmitidas en Intrusos en la noche, conducido por Jorge Rial y Luis Ventura, mientras la actriz estaba presente en el estudio, sin haber sido informada previamente.

La escena, que se difundió en vivo a nivel nacional, derivó en el divorcio de la pareja y provocó el colapso emocional, familiar y económico de la actriz. Salomón inició una demanda civil contra los periodistas, el canal y la productora Cuatro Cabezas por daños y perjuicios.

Un fallo que sienta jurisprudencia

En 2017, una sentencia de primera instancia le dio la razón y condenó a los demandados a pagar cerca de 30 millones de pesos. Sin embargo, en 2018, la Cámara Civil revocó esa decisión y redujo la responsabilidad, argumentando que Salomón, por ser figura pública, habría otorgado un “consentimiento implícito” al asistir al programa.

La Corte Suprema desestimó esa interpretación. Sostuvo que la difusión de escenas privadas sin consentimiento no se justifica por el nivel de exposición mediática de una persona. También advirtió que la reacción emocional de Salomón, captada por las cámaras, constituyó una segunda violación a su privacidad. Ordenó que se dicte un nuevo pronunciamiento respetando estos criterios.

“Después de todo lo que sufriste y te tocó vivir, por fin hay buenas noticias”, escribió Noelia Ferriols, hija mayor de Salomón, en sus redes. El posteo fue dirigido a su madre fallecida y agradeció a la abogada Ana Rosenfeld por acompañar la causa judicial hasta el final.

Una vida marcada por el éxito y la exposición

Beatriz Salomón fue una figura popular en la televisión argentina durante las décadas del 80 y 90. De origen sanjuanino y ascendencia siria, inició su carrera como modelo y vedette antes de consagrarse como actriz, de la mano de Tato Bores y Alberto Olmedo.

Su matrimonio con Ferriols, celebrado en 1994, coincidió con la adopción de sus hijas y una etapa de plenitud personal. Sin embargo, el episodio de 2004 cambió su destino: denunció censura en los medios, padeció dificultades económicas y una progresiva marginación profesional. En 2018 le diagnosticaron cáncer de colon, enfermedad contra la que luchó hasta su fallecimiento en junio de 2019, a los 65 años.

Conclusión: un fallo con valor simbólico y legal

El fallo de la Corte Suprema no solo reivindica la memoria de Beatriz Salomón, sino que fija un precedente en defensa de la intimidad frente al abuso mediático. Establece que el derecho a la privacidad no se pierde por ser una figura pública y marca un límite claro a los contenidos difundidos sin consentimiento en televisión.