REDACCIÓN ELONCE
En el marco de un programa de reinserción social y laboral, internos de la Unidad Penal N°1 de Paraná realizan tareas de limpieza, reparación y mantenimiento en la parroquia "Nuestra Señora de Guadalupe", ubicada en barrio La Floresta, en la capital entrerriana. La iniciativa busca generar espacios de formación en oficios y promover la integración comunitaria de las personas privadas de la libertad.
“Queremos que todos los internos trabajen y estudien”
Al respecto, el Ministro de Seguridad y Justicia de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, destacó a Elonce que la iniciativa surgió tras una reunión con el sacerdote de la parroquia. “Hace unos días, el padre Miguel nos comentó que la capilla tenía mucha humedad y riesgo de caída del techo. Hablamos con el director del Servicio Penitenciario y trajimos un equipo de cinco internos con salida transitoria laboral -acompañados por un maestro industrial- para hacer las reparaciones”, explicó.
“Hoy están tapando filtraciones y reparando el techo. Y en la próxima etapa se pintará el templo para que esté listo para el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe”, agregó Roncaglia.
El ministro resaltó el sentido del trabajo comunitario: “La idea es que los internos estén ocupados, aprendan un oficio y puedan tener una salida laboral cuando cumplan su condena. Queremos cortar la cadena del delito con trabajo y educación”, expresó.
Aprender un oficio y aportar a la comunidad
Los internos que participan del proyecto pertenecen a un grupo con salidas transitorias y forman parte del programa que funciona bajo el lema: “Educación y trabajo para la libertad”. “El objetivo es que estén activos, aprendiendo y colaborando con la comunidad. En este caso, todos se están desempeñando como pintores”, detalló Roncaglia.
A su vez, recordó que la capilla había sufrido robos en el pasado y que recientemente la Policía de Entre Ríos colocó una reja de seguridad para proteger el lugar. “Queremos que este espacio vuelva a ser un punto de encuentro seguro para los vecinos”, agregó el funcionario.
“Los internos se sienten útiles y comprometidos”
Por su parte, el director del Servicio Penitenciario, Alejandro Miotti, resaltó el impacto del proyecto: “Este tipo de actividades permiten que los internos se mantengan ocupados y aprendan oficios. Algunos ya tenían experiencia, otros la están adquiriendo ahora. Lo importante es que se sientan útiles y comprometidos”, indicó.
El funcionario confirmó que este tipo de tareas se están replicando en otros sectores de la provincia, como parte del vínculo entre el servicio penitenciario y la comunidad. “Venimos realizando trabajos similares en instituciones educativas, comedores y espacios públicos. Nos enorgullece poder colaborar”, sostuvo Miotti.
“No podríamos afrontar estos arreglos sin ayuda”
El cura de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Miguel García, agradeció la colaboración y destacó el valor del vínculo creado. “Desde que llegué en 2022 veníamos sufriendo filtraciones y humedad. Gracias a la ayuda del Ministerio y del Servicio Penitenciario, pudimos reparar el techo y evitar que el agua ingresara al templo”, explicó.
El sacerdote valoró la solidaridad del grupo: “No tenemos recursos para afrontar este tipo de trabajos, ni para materiales ni para mano de obra. Esta colaboración llegó en el momento justo, y estamos muy agradecidos. Además, ya no entra agua después de las últimas lluvias, lo cual es una gran alegría”, dijo.
Una labor con sentido de fe y reinserción
Los trabajos continuarán durante las próximas semanas con la pintura total de la capilla. Desde el Ministerio de Seguridad y Justicia confirmaron que el objetivo es replicar el programa en otras instituciones religiosas y sociales de Paraná.
“El trabajo dignifica y permite que los internos se reinserten. Estas acciones demuestran que con oportunidades y acompañamiento es posible cambiar realidades”, concluyó Roncaglia.