Julieta Silva, la mujer mendocina que en 2018 fue condenada por atropellar y matar a su exnovio Genaro Fortunato, volvió a quedar imputada en una causa penal. En las últimas horas, su actual esposo la denunció por violencia de género y lesiones. A raíz del hecho, fue detenida e imputada por “lesiones leves agravadas por el vínculo” y actualmente cumple prisión domiciliaria, con tobillera electrónica.
El episodio ocurrió el pasado 12 de julio en San Rafael, Mendoza, donde reside la pareja. Según informaron fuentes judiciales, la víctima realizó un llamado de emergencia al 911 desde el baño de la vivienda, lugar al que se había refugiado por temor a Silva. Al llegar al domicilio, la policía constató que el denunciante presentaba escoriaciones y una tumefacción, lesiones compatibles con una agresión física.
Medidas judiciales y declaraciones
Luego de la denuncia, la Justicia dispuso una restricción de acercamiento y, posteriormente, la Fiscalía de Instrucción N°2 de San Rafael imputó a Silva por el delito mencionado. Dado que la mujer es madre de una niña de un año, se le concedió el arresto domiciliario con monitoreo electrónico.
En diálogo con la prensa, Silva minimizó el episodio y aseguró: “No fue más que una discusión. Esto con el tiempo se va a arreglar, lo que está pesando acá es mi nombre”.
Fuentes judiciales señalaron que Silva también realizó una presentación en la Unidad Fiscal de Violencia de Género, la cual fue anexada a la causa en curso.
Antecedente: el caso Fortunato
El nombre de Julieta Silva se hizo conocido en todo el país en septiembre de 2017, cuando atropelló y mató con su vehículo a su entonces pareja, Genaro Fortunato, un joven rugbier de 25 años. El hecho ocurrió a la salida de un boliche de San Rafael, en medio de una noche lluviosa, y luego de una discusión de pareja.
Según se acreditó en el juicio, Silva conducía alcoholizada (0,98 g/l de alcohol en sangre) y sin sus anteojos, mientras Fortunato –con 1,8 g/l de alcohol en sangre– corría al lado del auto golpeando la ventanilla. El joven cayó al suelo y, durante una maniobra en U, Silva lo atropelló y le causó la muerte. El tribunal entendió que no hubo intención de matar y la condenó por homicidio culposo agravado.
Condena y situación actual
En 2018, la Justicia mendocina le impuso a Silva una pena de tres años y nueve meses de prisión, más ocho años de inhabilitación para conducir. En 2019, la Suprema Corte provincial ratificó la sentencia. En 2020, tras cumplir dos tercios de la condena, obtuvo la libertad condicional. En diciembre de 2022, contrajo matrimonio con su actual pareja, quien hoy la denunció por violencia.
El caso volvió a poner a Julieta Silva en el centro de la escena judicial y mediática, casi ocho años después del hecho que marcó su historia penal. La causa por lesiones está en etapa de instrucción y se esperan nuevas definiciones en los próximos días. (Infobae)