La llegada de una masa de aire polar a la Argentina marcó un abrupto descenso térmico en gran parte del territorio nacional. Pero el frío no llegó solo. Las condiciones meteorológicas generadas por esta irrupción también trajeron consigo la posibilidad de un fenómeno meteorológico inusual en estas latitudes: la caída de graupel, una forma de precipitación sólida que muchos podrían confundir con nieve o granizo, pero que posee características particulares.
Según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), “el ingreso de aire frío desde el océano Atlántico provoca nubosidad con chaparrones en el este de Buenos Aires”. En esa misma comunicación, difundida a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), el organismo agregó: “Serán muy puntuales y con sol; también puede haber graupel”. Este anuncio despertó el interés de meteorólogos y aficionados del clima, quienes saben que el graupel no es un visitante frecuente en la región.
Cindy Fernández, comunicadora del SMN, amplió la información en diálogo con el portal Infobae. Indicó que el fenómeno podría registrarse especialmente en la costa sudeste de la provincia de Buenos Aires. En ese sentido, aclaró que se esperan “principalmente chaparrones”, aunque no descartó la posibilidad de que aparezca graupel en algunos sectores.
Qué es el graupel y cómo se forma
El graupel es un tipo de precipitación sólida que se presenta en forma de pequeños granos de hielo blanco. También es conocido como granizo blando o granizo menudo, y suele medir hasta 5 milímetros de diámetro. A diferencia del granizo convencional, que es compacto y más denso, el graupel tiene una estructura más frágil, similar a bolitas de escarcha. Su formación responde a un proceso particular en el que gotas de agua sobreenfriadas se condensan alrededor de cristales de hielo suspendidos en las nubes.
En palabras de Fernández, “la nieve se forma adentro de la nube y cae como copo de nieve. En cambio, el graupel es la gota de lluvia que se congela por la temperatura muy baja”.
Mientras la nieve se genera por la agrupación de cristales de hielo que forman copos, y el granizo se produce cuando gotas de lluvia se congelan varias veces por fuertes corrientes ascendentes, el graupel surge por una combinación de frío extremo y humedad que provoca la encapsulación del hielo por capas de agua congelada.
Condiciones meteorológicas y diferencias con otros fenómenos
Para que se produzca graupel, es necesario que coincidan varios factores atmosféricos: aire muy frío tanto en superficie como en altura, presencia de suficiente humedad, y movimientos verticales dentro de las nubes que propicien la formación de cristales de hielo. Esta combinación no es habitual en Buenos Aires, aunque puede presentarse de forma esporádica durante las irrupciones polares, especialmente en el sur y sudeste de la provincia.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) establece una clara distinción entre el graupel y el granizo pequeño, aunque en ocasiones, especialmente en clasificaciones informales o en medios no especializados, los términos se confunden. No obstante, el graupel se diferencia por su fragilidad, su textura menos compacta y su impacto limitado: no suele provocar daños materiales, a diferencia del granizo tradicional.
En términos sencillos, el graupel representa un punto medio entre la nieve y el granizo.