Fuerte crecida en Mar del Plata provocó olas de más de dos metros, daños y calles anegadas. Una combinación de pleamar -el punto más alto que alcanza la marea- y una intensa sudestada azotaron la costa marplatense durante la noche del martes. Como resultado, se registraron importantes destrozos en el paredón de contención del Paseo Dávila, un tramo emblemático del litoral urbano.
Las olas superaron los dos metros de altura y el agua llegó hasta la calle. Piedras centenarias del muro quedaron esparcidas sobre la vereda. Ante esta situación, autoridades de Defensa Civil decidieron cerrar el acceso al sector. Según pudo confirmar este medio, el acceso continuaba vedado durante la mañana del miércoles.
En el extremo sur de la ciudad también se observó el avance del mar contra sectores de acantilados, en algunos momentos sin dejar playa seca a la vista. En otras zonas, las olas ganaron el terreno que normalmente ocupan las estructuras de los balnearios, hoy desarmadas por fuera de la temporada alta.
Defensa Civil en alerta
En diálogo con La Nacion, Alfredo Rodríguez, titular de Defensa Civil de Mar del Plata, confirmó que el fenómeno comenzó el martes alrededor de las 18 y fue ganando intensidad con el correr de las horas. “Estábamos avisados por las autoridades y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de que iba a haber pleamar, pero los valores superaron un poco más lo esperado”, indicó.
Aunque la situación fue intensa, el resto de la ciudad no se vio afectado, ni tampoco otras zonas costeras, según informaron las autoridades. Sí se reportaron daños en casillas de guardavidas, muchas de ellas fijas y construidas en madera. Varias perdieron algunas de las tablas de sus cerramientos.
El área más castigada fue el tramo comprendido entre Punta Iglesias y el balneario Alfonsina, conocido como Paseo Dávila. Es el punto de mayor cercanía entre la línea de costa y el circuito de tránsito peatonal y vehicular.
Zonas cerradas y tareas de recuperación
Como medida preventiva, las autoridades decidieron cortar el tránsito vehicular en ese tramo y recomendaron a vecinos y turistas no acercarse a la zona hasta nuevo aviso. Durante la noche, personal de Tránsito permaneció en el lugar para evitar el ingreso de personas a la zona afectada.
“Las olas rompieron parte de ese paredón que está hecho con piedras de un siglo de antigüedad y que habían sido puestas en valor el año pasado. Son bloques de material que ya no se hacen”, explicó Rodríguez. Operarios de Defensa Civil recuperaron los adoquines desprendidos para recolocarlos una vez que el área se haya secado por completo.
Desde la Municipalidad de General Pueyrredón informaron que no se registraron personas heridas. Rodríguez agregó: “Hicimos recorridas nocturnas en Playa Varese, Playa Chica y Playa Grande para verificar el estado de los muros costeros”, aunque en esos sectores no se detectaron daños.
El momento más crítico del temporal
El pico de violencia del mar se dio entre las 19 y las 23 del martes. Las olas fueron lo suficientemente fuertes como para desplazar piedras de más de un metro de largo y hasta 20 centímetros de espesor, que forman parte del muro de contención junto a las veredas del Paseo Dávila.
Ese tramo de unos 500 metros sufrió los daños más severos. Cabe recordar que en agosto del año pasado se habían completado allí obras de restauración integral de los muros, veredas y pavimento, afectadas tanto por el desgaste natural como por fenómenos similares al ocurrido en estas horas.
El Paseo Dávila es un corredor verde muy conocido por residentes y turistas. Es frecuentado para la práctica de deportes y por su atractivo visual, que incluye molinos decorativos y el cartel que marca la ubicación de “Mar del Plata”.
Pronóstico reservado para las próximas horas
El panorama para el resto del miércoles no mejora demasiado. Si bien se espera que cesen las lluvias importantes y que el cielo comience a despejarse, se prevé una nueva pleamar de relativa intensidad hacia el mediodía.
El pronóstico del SMN para este miércoles 28 de mayo indica tiempo inestable, con probabilidad de chaparrones por la mañana y la noche. El viento será regular a fuerte, con velocidades de entre 30 y 50 kilómetros por hora, sobre todo en zonas costeras. Las temperaturas oscilarán entre los 6 y los 12 grados, con una sensación térmica marcadamente baja. (La Nacion)