Internacionales Rumbo renovador a la Iglesia católica

Francisco nombró cardenal a Mario Aurelio Poli, su sucesor en Buenos Aires

En el primer consistorio de su pontificado, Francisco crea hoy en una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro a 19 nuevos cardenales, entre los que se encuentra el argentino Mario Poli, sucesor de Bergoglio, en Buenos Aires.

22 de Febrero de 2014

En un reflejo del rumbo renovador que le imprimió a la Iglesia Católica, Jorge Bergoglio les entregará el birrete y el anillo cardenalicio a cuatro cardenales de América latina, donde se estima que vive cerca de la mitad de los católicos del mundo y antes poco representada. Pasarán a formar parte del Colegio Cardenalicio el arzobispo Mario Aurelio Poli, su sucesor en Buenos Aires; el de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati Andrello; el de Río de Janeiro, Orani João Tempesta, y el de Managua, Nicaragua, Leopol Brenes Solorzano.

 

Como el propio Papa anunció el 12 de enero pasado y en otra señal de esa Iglesia "pobre para los pobres" que desea, Haití, uno de los países más golpeados por el hambre y la miseria del planeta, tendrá por primera vez un cardenal: Chibly Langlois, obispo de Les Cayes y el más joven de la tanda, con 55 años.

 

Para subrayar la importancia de esta investidura viajó a Roma el presidente de Haití, Michel Martelly, que pasado mañana será recibido en visita oficial por el Papa.

 

Monseñor Langlois no es el único de la periferia de este primer grupo de cardenales. También serán designados monseñor Philippe Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou, de Burkina Faso, uno de los países más pobres de África; Jean-Pierre Kutwa, arzobispo de Abidjan, Costa de Marfil, y Orlando B. Quevedo, arzobispo de Cotabato, en la conflictiva zona de Mindanao, en Filipinas.

Cambio de rumbo

 

De América del Norte, recibirá el birrete Gerald Cyprien La Croix, arzobispo de Quebec, pero ninguno de los arzobispos de los Estados Unidos que se consideraban candidatos.

 

En este aspecto en Italia también hubo sorpresa porque Francisco no respetó la tradición por la que solían ser designados los titulares de ciudades importantes como Venecia y Turín. En otra señal de qué tipo de Iglesia quiere, el Papa decidió nombrar a Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia, que tiene el perfil de "pastor con olor a oveja" que siempre reclama el Papa.

 

Al respetar sí la tradición que indica que algunos cargos de la curia romana son cardenalicios, recibirán el birrete color sangre el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin; el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el alemán Gerhard Müller, y los italianos Beniamino Stella y Lorenzo Baldisseri, prefecto de la Congregación del Clero y secretario general del Sínodo de Obispos, respectivamente.

 

Con la mira puesta en un Colegio Cardenalicio más internacional, sin contar a los cuatro "curiales" y al cardenal de Perugia, sólo un europeo será creado cardenal: el británico Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, Londres.

 

Los tres cardenales de más de 80, distinguidos por su servicio a la Iglesia, son Loris Capovilla, secretario personal de Juan XXIII, de 98, que no asistirá a la ceremonia; el español Fernando Aguilar, y Kelvin Edward Feliz, arzobispo emérito de Castries, Antillas.

 

Neutralidad para el Mundial

 

De visita en el Vaticano , la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, invitó a Francisco a asistir al Mundial de Fútbol y aprovechó para realizar una delicada "misión diplomática" al regalarle una camiseta brasileña firmada por Pelé y una pelota autografiada por Ronaldo. En broma, el Pontífice dijo que, con esos presentes, Dilma buscaba que rezara para que Brasil ganara la copa, a lo que Rousseff le respondió que al menos se le pedía "neutralidad".