Enriqueta Rodríguez de Maroni, una de las madres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, falleció en las últimas horas a los 98 años. Activista por los derechos humanos y símbolo de lucha por la Memoria, Verdad y Justicia, su vida quedó marcada por la desaparición de dos de sus cuatro hijos durante la última dictadura militar en Argentina.

En abril de 1977, María Beatriz (23) y Juan Patricio (21) fueron secuestrados junto a sus respectivas parejas por un grupo de tareas del Primer Cuerpo del Ejército. Según testimonios recogidos posteriormente, estuvieron detenidos en el centro clandestino conocido como “Club Atlético”. La esposa de Juan Patricio fue liberada días después, pero el resto continúa desaparecido hasta la actualidad.

Una denuncia que recorrió el mundo

A raíz del secuestro de sus hijos, Enriqueta se convirtió en una de las primeras integrantes del colectivo de Madres de Plaza de Mayo. Su compromiso con la búsqueda de justicia la llevó incluso a denunciar públicamente los crímenes de la dictadura frente a la prensa internacional.

Durante el Mundial de Fútbol de 1978, cuando la organización cumplía apenas un año de existencia, la televisión pública holandesa registró una entrevista en la que Maroni y otras madres relataban los abusos sufridos. En ese registro, puede oírse a Maroni decir con firmeza:

“Han venido a nuestras casas. Las han allanado, han robado cuanto han querido, han destrozado las casas, porque las han destrozado y robado todo lo que tenemos. Y a más, a nuestros hijos nos han robado. Y nunca jamás supimos más nada de ellos. ¡El Ejército lo ha hecho! ¡El Ejército lo ha hecho!”

Búsqueda del nieto nacido en cautiverio

Según datos de Abuelas de Plaza de Mayo, María Beatriz estaba embarazada de uno o dos meses al momento de ser secuestrada, el 5 de abril de 1977, en su casa del barrio porteño de Parque Avellaneda. Su pareja, Carlos Alberto Rincón, también continúa desaparecido. Ella era asistente social y trabajaba en un centro de salud en Mataderos; él estudiaba Derecho. Ambos militaban en la Juventud Peronista y en Montoneros.

Se estima que el bebé debió nacer en cautiverio entre noviembre y diciembre de ese mismo año. Hasta hoy, ese nieto o nieta, de unos 47 años, continúa siendo buscado.

Ese mismo día, en otro operativo, las fuerzas represivas secuestraron a Juan Patricio en el barrio Cafferata de la Capital Federal. El joven estudiaba Sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajaba en Aerolíneas Argentinas.

Una vida marcada por la docencia y la lucha

Pese al dolor, Enriqueta continuó con su labor docente en el barrio popular Cildañez, en la Ciudad de Buenos Aires. Entre 2022 y 2024, se desempeñó como presidenta de Madres Línea Fundadora, dando continuidad al legado colectivo de la organización, publicó Infobae.

La agrupación H.I.J.O.S. Capital expresó su pesar en redes sociales: “Enriqueta se va sin que le hayan dado la verdad sobre los cuerpos de sus familiares. Un daño que los genocidas perpetúan. Nuestras luchas siguen por la verdad y por todas las causas justas de 30.000 luchas que tenemos como bandera”.

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) también despidieron a la activista: “Despedimos con tristeza a la querida madre de Plaza de Mayo Enriqueta Rodríguez de Maroni y abrazamos a sus seres queridos”.

En un testimonio brindado en 2002, Enriqueta reflexionó sobre el sostén que significó para ella formar parte de Madres de Plaza de Mayo: “Yo realmente creo que lo que nos ha mantenido y hemos podido tener fuerzas para esto es el hecho de habernos unido y de ser partícipes de una organización como es Madres de Plaza de Mayo. Yo creo que, frente a un dolor tan enorme, tan grande, lo único que te puede mantener es el estar acompañada, el sentir que a otros les está pasando lo mismo”.

Su lucha sigue viva en cada búsqueda, en cada pañuelo blanco y en cada reclamo por Memoria, Verdad y Justicia.

(Con información de Infobae)