Sociedad

Empiezan a ensayar una vacuna de ARN en Argentina para combatir la gripe aviar

Se trata de pruebas preclínicas de una innovadora tecnología de vacunas de ARN mensajero que podría proteger contra “varias futuras pandemias”. El primer ensayo estará enfocado en el virus de gripe aviar H5N1.

10 de Diciembre de 2025
Vacunas

Argentina dará este miércoles un paso clave en el desarrollo científico regional: en la planta de Garín de uno de los principales laboratorios nacionales comenzarán las pruebas preclínicas de una innovadora tecnología de vacunas de ARN mensajero, una plataforma que podría proteger no solo frente a una amenaza puntual, sino también ante múltiples pandemias futuras. El ensayo, impulsado por Sinergium Biotech, supone una inversión de un millón de dólares y cuenta con el respaldo de CEPI, la coalición internacional que promueve el desarrollo de vacunas orientadas a la preparación pandémica.

La investigación evaluará la plataforma de ARNm desarrollada por Sinergium, apoyada por el Programa de Transferencia de Tecnología de la OMS y el Medicines Patent Pool, además de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El primer objetivo será estudiar una formulación contra la gripe aviar H5N1, un virus de circulación creciente que preocupa a los especialistas por haber dado el salto de aves a mamíferos, incluidos casos humanos vinculados a exposición directa.

“Es un virus que viene circulando en los últimos años y es de particular interés porque incrementa el riesgo de desencadenar una pandemia”, explicó Andrés Sánchez Alberti, jefe del Laboratorio de Inmunotecnología de Ácidos Nucleicos (UBA-Conicet), equipo que colabora en el proyecto. El científico destacó que la plataforma de ARNm permite una rápida adaptación frente a cambios en el patógeno: “Si hay mutaciones, se puede modificar rápidamente la vacuna y obtener una nueva en muy poco tiempo”.

 

La tecnología fue diseñada como una plataforma flexible y “plug-and-play”, lo que abre la posibilidad de aplicarla no solo al H5N1 sino también a otros virus emergentes o incluso a una futura “Enfermedad X”, denominación que se utiliza para referirse a patógenos todavía desconocidos con potencial pandémico. El objetivo global es contar con una vacuna dentro de los 100 días posteriores al descubrimiento de un virus amenazante, un plazo capaz de frenar brotes antes de que se conviertan en pandemias. Según Sánchez Alberti, la misma plataforma también está siendo evaluada para desarrollar vacunas contra bacterias multirresistentes como Klebsiella pneumoniae, modificando únicamente las secuencias que codifican las proteínas del patógeno.

 

Los primeros resultados sobre inmunogenicidad y eficacia preclínica —es decir, la capacidad de generar una respuesta inmune y el nivel de protección en modelos animales como ratones y hurones— se esperan para 2026. “Durante el próximo año esperamos finalizar toda la fase preclínica para luego programar la fase 1 en humanos”, señaló Fernando Lobos, director de desarrollo de negocios e innovación de Sinergium Biotech.

 

En caso de obtener vacunas eficaces, rápidas y adaptables a múltiples variantes virales, la compañía y CEPI se comprometieron a garantizar que las dosis estén disponibles primero para las poblaciones en riesgo, en el momento y lugar en que se necesiten, y a un precio accesible.

El avance se produce en un contexto global donde la tecnología de ARNm genera tanto expectativa como debate. Desde su revolucionario uso durante la pandemia de Covid —hito que les valió a sus desarrolladores el Premio Nobel de Medicina en 2023—, la plataforma se expandió hacia estudios clínicos que buscan aplicarla al tratamiento de distintos tipos de cáncer. A la vez, especialistas como Roberto Debbag, ex presidente y actual miembro del consejo asesor de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, destacan que “muchas de las investigaciones sobre ARNm o vacunas proteicas están dirigidas a influenza aviar y son bienvenidas”.

 

Sin embargo, en Estados Unidos, la discusión política y sanitaria tomó otro rumbo. En agosto, el Departamento de Salud anunció una reducción coordinada del apoyo a 22 proyectos de vacunas de ARNm por un total de 500 millones de dólares. El secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., sostuvo que estas vacunas “no protegen de manera efectiva contra infecciones respiratorias superiores como el Covid y la gripe”, y expresó su intención de redirigir fondos hacia plataformas “más seguras y amplias”. Kennedy, que ha cuestionado reiteradamente diversas vacunas, es considerado por sectores científicos como una figura cercana al movimiento antivacunas.

 

Frente a estas posturas, Debbag aclara que la decisión estadounidense no implica un rechazo general a la tecnología de ARNm, sino que responde a las posiciones del funcionario: “No es que Estados Unidos esté en contra de estas tecnologías, sino que el secretario de Salud ha cuestionado muchas vacunas”.

Con esta iniciativa, Argentina se posiciona como un actor relevante en la investigación y el desarrollo de plataformas de ARNm en la región, con la mirada puesta en la preparación para nuevas amenazas sanitarias y en la posibilidad de contribuir a la respuesta global frente a futuras pandemias. (Clarín)

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