Sociedad Crisis ecológica

El sábalo está en riesgo por la bajante en el río Paraná

La bajante histórica y la pesca intensiva amenazan al sábalo, especie clave del río Paraná. Advierten un declive alarmante y piden regulaciones con enfoque ecosistémico.

26 de Julio de 2025
Imagen de la bajante. Rosario 3.

El sábalo está en riesgo por la bajante y la sobrepesca en el Paraná, según advierten investigadores y pescadores. El deterioro de la cuenca del río, agravado por la persistente escasez de agua y la presión de la pesca comercial, afecta directamente a esta especie clave, base de la biomasa del sistema fluvial y motor de la exportación pesquera nacional. La última reproducción exitosa data del verano 2015/2016, y desde entonces las condiciones necesarias para la recuperación de la especie no volvieron a presentarse.

 

Estudios biológicos recientes del programa Ebipes (Evaluación Biológica y Pesquera de Especies de Interés), en el que participan la Nación, provincias y el Conicet, revelan una caída dramática en cantidad, talla y peso de ejemplares capturados. Los datos de octubre de 2024 reflejaron un 60% menos de individuos que el año anterior y una pérdida del 70% en peso. El informe de 2025 aún no se publicó, pero fuentes técnicas adelantaron que la tendencia negativa no se revierte.

 

Ana Pía Rabuffetti, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Conicet y del Instituto Nacional de Limnología (INALI), advirtió: “Es una década seca que compromete a nuestras poblaciones de peces, sobre todo a las migratorias de larga distancia que tienen una sincronía con esta fluctuación del río”. Las condiciones de reproducción, como inundaciones prolongadas y temperaturas cálidas, no se dan desde hace casi diez años.

 

Foto: Rosario 3.

 

Menos peces, menos hábitat y presión sobre la biomasa

 

El impacto de la bajante no solo reduce el hábitat de reproducción, sino que también favorece la pesca excesiva en zonas aisladas y lagunas con escaso caudal. En muchos casos, las redes comerciales capturan peces por debajo de la talla permitida. Esto, sumado a la presión de depredadores naturales como dorados, surubíes y aves ictiófagas, agrava el colapso de las poblaciones.

 

La pérdida de conectividad en el valle de inundación y las bajantes extremas fueron documentadas por el Laboratorio de Hidroecología del INALI en publicaciones científicas recientes. A esto se suma un cambio de composición en las especies capturadas: en las últimas décadas, peces de alto valor como dorado, surubí y manguruyú han sido reemplazados por otras de menor valor comercial, como el armado o la tararira.

 

El sábalo representa más del 90% del sistema productivo pesquero continental argentino. Esta especie cumple una función clave: convierte materia orgánica en biomasa, “limpia” el lecho del río y sostiene la base alimentaria de numerosas especies. Su pérdida alteraría el equilibrio del ecosistema y pondría en riesgo la sustentabilidad de la pesca fluvial.

 

Foto: Rosario 3.

 

Exportación en baja y urgencia de regulaciones

 

El impacto también se refleja en la economía: de las 30.000 toneladas exportadas a inicios del siglo, en 2024 solo se comercializaron 3.200 al exterior y 6.200 se destinaron al consumo interno. La reducción de los cupos, la menor oferta y el empobrecimiento del recurso evidencian un escenario límite.

 

El último informe de Ebipes advierte que las pesquerías dependen hoy de cohortes antiguas (nacidas entre 2009 y 2018), lo que genera una presión anticipada sobre peces adultos, comprometiendo las generaciones futuras. “Durante condiciones hidrológicas adversas que se prolonguen durante varios años, es recomendable regular el esfuerzo pesquero para preservar la biomasa de los adultos reproductores”, señala el documento técnico.

 

Rabuffetti sostiene que no se trata de aplicar restricciones fijas, sino de avanzar con regulaciones dinámicas basadas en el enfoque ecosistémico. “La exportación de sábalo como actividad productiva puede acelerar el agotamiento de las poblaciones si no se consideran las condiciones ambientales”, alertó. La falta de monitoreos en 2025 por el ajuste presupuestario agrava aún más la incertidumbre. El reloj ecológico del Paraná corre, y con él, la posibilidad de preservar un recurso vital para la región. (Con información de Rosario 3)

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