El escudo de la provincia de Entre Ríos nació el 12 de marzo de 1822, durante el gobierno de Lucio Norberto Mansilla. Su diseñador, el diputado Casiano Calderón, lo concibió con el propósito de unificar las insignias utilizadas en plazas, fuertes y buques, otorgando una identidad visual común a la provincia.
Desde su creación, el escudo ha experimentado modificaciones significativas. En 1837, la palabra "Unión" fue sustituida por "Federación", marcando un cambio en la visión política entrerriana. Finalmente, el 23 de octubre de 1967, la Ley Provincial n.º 4676 estableció el diseño actual, consolidando sus elementos distintivos y su valor representativo.
Simbología y elementos del escudo
La estructura ovalada del escudo está inspirada en los escudos de guerra de los antiguos guerreros griegos, simbolizando la resistencia y la lucha. En su contorno, un cordón de ramas de laurel evoca el triunfo y la gloria.
El campo superior es de color rojo, en representación del federalismo y en homenaje a la flor del ceibo, emblema nacional. Sobre este fondo se ubica una estrella de plata, símbolo de la autonomía provincial. En el campo inferior, de color verde, se destaca un sol dorado, emblema de eternidad, poder y grandeza. Este sector también lleva inscrita la frase "Federación, Libertad y Fuerza".
En el centro del escudo, dos brazos entrelazados representan la unión y la lucha por los ideales federales, resaltando la fraternidad y la cooperación que caracterizaron la historia de Entre Ríos.
Un legado histórico de lucha y autonomía
Previo al diseño oficial del escudo, Entre Ríos utilizó un emblema creado por Francisco Ramírez durante la breve existencia de la República de Entre Ríos (1820-1821). Este símbolo incluía una pluma de ñandú, representando la velocidad y la independencia. No obstante, con la reorganización política de la provincia, se optó por el diseño de Calderón, con el objetivo de lograr mayor cohesión y representatividad.
A lo largo del tiempo, el escudo provincial sufrió distintas variaciones, lo que llevó a una investigación oficial para establecer con precisión su imagen y elementos heráldicos. El resultado de este proceso fue la oficialización del diseño definitivo en 1967, mediante la Ley Provincial n.º 4676.
Más que un simple emblema, el escudo de Entre Ríos es un reflejo de su historia, identidad y valores fundamentales. Su evolución simboliza la lucha por la autonomía, el federalismo y la libertad, principios que han guiado a la provincia a lo largo de los siglos.