
Las “unidades de estado sólido” (SSD) cumplen la misma función que el disco duro. Almacenan a largo plazo archivos y datos. Las SSD que se comercializan y usan actualmente emplean una memoria similar a la que usa la RAM. Pero son capaces de conservar los datos, no borrarlos, en cada oportunidad que se apaga la computadora.
Dado que no es volátil, todo aquello almacenado en la SSD se mantiene siempre allí. Aun cuando no recibe energía. No necesita ni alimentación eléctrica, ni pilas ni batería para cumplir con su misión. Y toda la información que contiene queda a salvo en caso de un apagón repentino. Una ventaja que recae en el precio de un disco ssd, pero vale la pena.
Un Disco duro tradicional sí depende de la energía. En su interior hay un circuito complejo. Que se pone en marcha sólo cuando recibe energía. Su conjunto de placas magnéticas debe girar sobre los platos. Para que la aguja pueda escribir o leer los datos guardados en el disco. En cambio, la SSD no cuenta con elementos móviles y/o mecánicos. Su sistema responde a un grupo de celdas eléctricas.
Estas celdas están distribuidas en páginas de almacenamiento que forman bloques. La cantidad de páginas por bloque determina la capacidad del disco. En un disco duro típico los datos se pueden escribir y sobrescribir. En cualquier momento y ubicación del dispositivo. En uno SSD sólo se pueden almacenar datos en las páginas vacías de un bloque. Una virtud que se puede optimizar aún más en un sistema operativo Windows 10.
Partes principales de una SSD
• PCB (Pictured Circuit Board)
Es una placa a la que están vinculados y asegurados todos los elementos del disco. Una superficie de fibra de vidrio, plástico, cerámica u otro material no conductor. Con un componente material conductor, normalmente bronce. Al que se sueldan los componentes.
• Controladora
Es un chip que se ocupa de indicarle a la SSD dónde almacenar los datos. En qué ubicación de la memoria debe guardarlos. Lo hace de manera tal de no dañar las celdas por un exceso de escritura. Dentro de la controladora hay otras pequeñas partes fundamentales para el funcionamiento del disco sólido. Un pequeño procesador. Memorias ROM y RAM, una interfaz flash y un firmware, entre otros elementos.
El firmware es un Software que se guarda en la memoria ROM. Y determina de qué manera funciona la controladora. Las SSD actuales mayormente emplean memoria RAM. Pero eventualmente se les incorpora una DRAM que funciona como memoria caché. La interfaz es lo que permite la escritura y lectura de datos. Se utilizan la SATA, que lleva dos cables, y la PCIe, que transmite a través de un puerto instalado en la PCB.
• Memorias
Son chips en los que se almacenan los datos. La SSD puede contar con uno o más de uno. Y de esa cantidad dependerá la capacidad del disco. Es el espacio del que dispone para alojar información. Puede ser TLC, con capacidad para 3 bits en cada celda. QLC, con 4 por cada una. En ambos casos, el tamaño repercute en la velocidad del disco. También existen las PCL, que ofrecen lugar para 5 bits en cada celda.
Ventajas del SSD sobre el HDD
• Mayor velocidad
Esta quizás sea la ventaja más relevante del disco sólido respecto del duro. Un SSD puede ser capaz de iniciar el sistema operativo en un 50% de tiempo. Y de leer y escribir datos u 150% más rápido que un disco duro tradicional. Pero en ciertos modelos esta virtud puede alcanzar cien veces más velocidad. Estas características son un gran beneficio, sobre todo al trabajar con sistemas operativos o programas que usan una importante cantidad de datos.
• Más flexible y durable
Los discos duros clásicos sufren los embates del calor. El movimiento constante de sus componentes aumenta la temperatura y le genera daños. Acortando su vida útil. Los discos SSD, en cambio, tienen piezas fijas. Al ser inmóviles logran conservar una temperatura baja. Y, en consecuencia, optimizar el rendimiento y prolongar la vida útil del disco. Además, su estructura es más sólida, resistente a golpes, caídas y desgaste por uso. Y los datos están más protegidos.
• Menor consumo energético, peso y ruido
El funcionamiento de los SSD demanda menos energía eléctrica que el de los duros. Y esto reviste una ventaja cuando se trata de dispositivos móviles. En los que se aprecia la duración de la batería. Al mismo tiempo, los sólidos son más pequeños y livianos que los discos duros. Y más silencioso, gracias a que sus piezas no se mueven ni vibran.
¿Cómo instalar un disco SSD en tu computadora?
• Crear e instalar un disco de arranque de Windows
En la web oficial de Microsoft, hay que descargar la herramienta Media Creation Tool. Instalarla en la computadora y seleccionar el ítem “Crear medios de instalación”. Conectar un pendrive en la PC y descargar Windows en él.
• Conectar el SSD
Apagar la computadora y desarmar el CPU. Conectar el SSD a través de la interfaz SATA. Para que pueda transferir datos entre el dispositivo y la placa. Si no funciona, se debe comprar un adaptador. Luego, hay que vincularlo a la placa base enchufando el cable a las conexiones SATA.
Mantenimiento y cuidados para tu disco SSD
Existen algunos tips y recomendaciones para proteger el disco SSD y extender su vida útil.
• Descanso adecuado
Aún con la computadora suspendida, el SSD continúa en funcionamiento. Y desgastándose, aunque no esté en uso. Lo ideal es apagar la PC para que el disco descanse. Y hacerlo de la manera indicada, sin forzarlo.
• Protegerlo de cortes de energía
Estas unidades de almacenamiento pueden verse afectadas por cortes de luz repentinos. Por eso, es recomendable emplear un regulador de voltaje. Para evitar inconvenientes en caso de interrupciones eléctricas o baja tensión.
• No exponerlo a temperaturas extremas
El SSD también puede presentar problemas por estar expuestos a temperaturas muy bajas o muy altas. Se deben ubicar en ambientes con temperatura templada, media.
• No sobrepasar el 75% de su capacidad
No se aconseja superar más del 75% de la capacidad del disco sólido. Si sobrepasa ese porcentaje de almacenamiento, va a perder rendimiento. Contar con espacio libre le permitirá alcanzar una mayor velocidad.
• Almacenar sólo lo necesario
Relacionado con el consejo anterior, no se recomienda almacenar archivos grandes en el SSD. Idealmente, sólo el sistema operativo, para agilizar el arranque, y algún otro programa o aplicación. Pero no películas, archivos de sonido o fotos. Que ocupan muchos bloques y reducen la vida útil.
• Instalar actualizaciones
Para un buen funcionamiento del SSD, el sistema operativo debe estar permanentemente actualizado. Y también el disco. Existen actualizaciones para las unidades de almacenamiento que son beneficiosas. Incluso, algunas empresas fabrican herramientas que sirven para protegerlos.
• Hacer copias de seguridad
Programar copias de seguridad periódicas asegura la protección de los datos almacenados. En caso de que el disco sufra algún tipo de daño o falla que no permita leerlos.
• Indexado off
El indexado es útil para rastrear algo en una unidad con muchos datos. Pero también afecta su rendimiento. Por lo que es mejor desactivar el indexado.