Sociedad

Del boletín a la bandeja de entrada: el email marketing como puente generacional

14 de Julio de 2025
Hiperconectividad

En tiempos de hiperconectividad, donde los canales de comunicación se multiplican cada año, el correo electrónico conserva un lugar privilegiado en el ecosistema digital. Pero lo que lo vuelve verdaderamente interesante no es solo su vigencia, sino su capacidad de adaptarse a públicos muy distintos entre sí. En otras palabras: el email marketing funciona tanto con la generación Z como con los baby boomers, aunque de maneras diferentes.

 

Mientras muchas marcas debaten si priorizar TikTok o Instagram, si abrir un canal en Twitch o seguir apostando a Facebook, el email aparece como el denominador común. Todos, sin importar su edad o perfil, consultan su bandeja de entrada. Pero eso no significa que se les pueda hablar a todos de la misma manera. Entender cómo interactúan las distintas generaciones con este canal es clave para aprovechar su potencial.

 

La generación Z y el email: ¿una relación distante?

 

Podría pensarse que la generación Z -aquellos nacidos a partir del año 2000- tiene una relación fría con el correo electrónico. Y en parte es cierto: no lo usan como canal principal para conversar con amigos, ni mucho menos para socializar. Sin embargo, eso no significa que lo ignoren. De hecho, lo utilizan de manera estratégica: para recibir confirmaciones, promociones, entradas a eventos, accesos a plataformas educativas o claves temporales.

 

Cuando se les habla por email, lo esperan todo rápido, claro y visual. No quieren leer grandes párrafos, ni reenviar cadenas, ni seguir pasos complejos. La clave está en el diseño: emails breves, responsivos, con llamados a la acción visibles y propuestas atractivas. Un asunto ingenioso y un diseño cuidado pueden marcar la diferencia entre una apertura o un clic en “eliminar”.

 

Millennials: los usuarios más receptivos

 

Entre los millennials, el vínculo con el email es mucho más profundo. Es su canal predilecto para asuntos laborales, trámites, newsletters, promociones y hasta contenidos educativos. Es una generación que sabe buscar y valorar correos útiles, y que incluso disfruta de boletines temáticos sobre tecnología, finanzas o cultura.

 

Para este grupo, el email no es solo un canal de información: es una herramienta de organización personal. Por eso, las campañas que ofrecen claridad, beneficios reales, contenido de valor y cierta frecuencia constante tienden a tener buenos resultados. Este es, probablemente, el público que más responde al email marketing tradicional bien ejecutado.

 

Baby boomers y generación X: el email como hábito consolidado

 

Las generaciones mayores -quienes hoy superan los 45 años- tienen una relación más estructural con el correo electrónico. No es una herramienta entre muchas: es su canal digital por excelencia. En muchos casos, es la forma preferida para recibir información, realizar compras o comunicarse con instituciones.

 

Por eso, las campañas que apuntan a este segmento deben priorizar la claridad, la confianza y la usabilidad. Es fundamental evitar tecnicismos innecesarios, asegurar una visualización correcta en distintos dispositivos y brindar garantías explícitas sobre la privacidad de los datos. La confianza es un activo clave en este grupo, y el email es uno de los pocos canales donde eso todavía se puede construir con fuerza.

 

Mailrelay: una herramienta para personalizar sin complicaciones

 

Con públicos tan diversos, lo que marca la diferencia no es el canal, sino cómo se adapta el mensaje a cada audiencia. En este contexto, contar con una plataforma robusta como Mailrelay permite segmentar bases de datos, personalizar campañas y medir con precisión los resultados.

 

Una de sus mayores ventajas es que permite diseñar correos con distintos estilos, automatizar envíos según el comportamiento del usuario y ajustar la frecuencia de contacto según la respuesta de cada grupo. Así, una misma campaña puede presentarse de forma distinta a un estudiante universitario y a una profesional que ronda los 50 años, sin perder eficiencia ni aumentar la carga operativa.

 

Una herramienta con futuro intergeneracional

 

El email marketing no es cosa del pasado. Al contrario: es una de las pocas herramientas digitales que sigue funcionando transversalmente, conectando generaciones con hábitos y expectativas muy distintas. Desde los newsletters especializados hasta las promociones instantáneas, el correo permite adaptar el mensaje a cada tipo de usuario sin renunciar al control y la medición.

 

Si bien el formato se ha transformado con los años, su esencia sigue intacta: brindar valor directo, personalizado y sin intermediarios. Y en un panorama digital saturado de estímulos, ese sigue siendo un diferencial enorme. No importa si el lector tiene 20 o 60 años: si el mensaje es relevante, claro y útil, el correo electrónico siempre encontrará su lugar.

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