Se conmemora este sábado la Fiesta Patronal en honor a San Cayetano, cuya novena se desarrolló bajo el lema "Jesús hijo de José, Pan bajado del Cielo". La celebración al Santo del pan y del trabajo, -fue presidida por el sacerdote Silvio Fariña- como todos los años, fue transmitida en vivo y en directo por Elonce TV.
Durante la homilía, el párroco Fariña expresó: "En este tiempo tan difícil para la comunidad, sobre todo cuando hay escases de trabajo, inseguridad, y cuando el bien primario de salud está amenazado, nos sentimos derrumbar, pero debemos saber que la vida tiene momentos difíciles y muchas veces no vemos salida, peo hay que recordar que Dios no abandona".
Posteriormente, hizo referencia a la fe y devoción: "El hombre no es solo materia, sino que es cuerpo y espíritu, no alcanza solo con alimentar el cuerpo, sino que también hay que hacerlo con el alma. Con el trabajo conseguimos el pan y lo hacemos sirviendo a los demás; el trabajo sirve para que las personas se perfeccionen y crezcan".
El sacerdote recordó que "se necesita trabajar y ganarse el pan con nuestra labor, ya que no solo obtenemos el alimento, sino que nos realizamos como seres humanos y personas".
"Jesús nos enseña que tenemos que conseguir con esfuerzo el pan, pero también servir a todos y ayudarnos los unos a los otros", puantilizó y pidió muy emocionado que "todos sean buenos con el prójimo, compasivos y rezarle a María para que nos ayude a vivir con profundidad y que nos animemos a perdonar".
El sacerdote destacó que este es el año de San José y “él con trabajo y esfuerzo pudo darle el pan a su hijo Jesús para que crezca sano y fuerte”.
Al finalizar la misa, el padre bendijo "las manos que quieren trabajar, que quieran colaborar y ayudar", y agregó "Dios Padre Todopoderoso que haz creados todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra y que nos diste las manos para trabajar”.
“Te pedimos que te dignes bendecir y santificar todos estos objetos, el agua y las vales; también nuestras manos que quieren trabajar, construir la civilización del amor", finalizó.
En el marco de la festividad religiosa, fieles de distintos puntos de la provincia se acercaron a la parroquia del barrio San Roque para agradecer y encomendarse al Santo. Cabe aclarar que, ante la pandemia por el coronavirus, este año tampoco habrá procesión, no se repartirá pan y las misas fueron bajo estrictos protocolos para evitar aglomeraciones.
En este sentido, se respetó el distanciamiento social de más de dos metros entre los participantes. No hubo aglomeración de personas y fue obligatorio el uso de barbijos, alcohol en gel y/o sanitizantes.
Asimismo, se colocaron dos imágenes del santo: una afuera del establecimiento y otra ingresando, pero cerca de las puertas, encontrándose vallas para evitar el contacto.