Internacionales En el Golfo de México

Cuatro años después de la “marea negra de BP”, la fauna sigue afectada

Cerca de cuatro años después de la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, propiedad de BP en el Golfo de México, la fauna sigue sufriendo las consecuencias de la marea negra, en particular delfines tortugas y atunes.

8 de Abril de 2014

"Cuatro años después, la fauna en el Golfo sigue sintiendo los

efectos de la marea negra", subrayó Doug Inkley, un científico

responsable de la organización ecológica estadounidense "National

Wildlife Federation" en un informe publicado el martes.

"Los grandes delfines que están en la zona de la marea negra

siguen enfermos y mueren. Y hay más indicios de que estas

enfermedades y muertes están vinculadas a Deepwater Horizon", afirmó.

"La ciencia nos dice que el impacto de este desastre está lejos

de terminar y no importa lo que digan BP u otros, el petróleo no

desapareció", añadió el ecologista.

"Sigue habiendo petróleo en el fondo del Golfo, petróleo que

llega a las playas y que todavía se puede encontrar en los

pantanos. Esto no me sorprende", detalló Doug Inkley, al

especificar que 25 años después del accidente del Exxon Valdez en

Alaska, especies marinas como las orcas todavía no se recuperaron

del todo de los efectos de esta marea negra.

Además del impacto en grandes delfines, Inkley también mencionó

que cada año unas 500 tortugas terminaban en las playas de la

región visiblemente afectadas por esta contaminación, cifras muy

superiores a la normalidad.

"La tortuga de Kemp fue durante mucho tiempo el emblema de la

restauración de una especie animal en el Golfo de México", subrayó

por su parte Pamela Plotkin, profesora de oceanografía en la

Universida de Texas A&M.

"En peligro de extinción, estas tortugas volvieron a proliferar

en forma espectacular en los últimos treinta años, pero desde hace

cuatro años su población se estancó", dijo, insistiendo en la

necesidad de vigilar de cerca esta especie.

El informe también hace referencia a una sustancia química en

el crudo de la marea negra que provoca irregularidades cardíacas

en el atún rojo y albacora, además de algunas aves marinas.

Finalmente, los autores señalan que el esperma de las ballenas

del Golfo de México muestran una mayor concentración de metales

que en cualquier otra parte del mundo. Estos metales pueden

afectar su ADN, advierten.

Una investigación llevada a cabo por biólogos de la Agencia

Oceánica y Atmosférica Estadounidense (NOAA) publicada a fines de

2013 ya había mostrado el impacto desastroso de la marea negra en

los grandes delfines frente a las costas de Luisiana, pero BP

había negado cualquier relación entre la marea negra y los

síntomas observados en estos mamíferos.

La explosión en abril de 2010 de la plataforma petrolera

Deepwater Horizon había provocado el derrame de 4,9 millones de

barriles de crudo en las aguas del Golfo de México, la mayor marea

negra en la historia de Estados Unidos.