El fútbol argentino vivió un momento de profunda emoción este fin de semana, cuando Boca Juniors rindió un conmovedor homenaje a su exentrenador Miguel Ángel Russo, quien falleció el pasado miércoles a los 69 años tras una larga lucha contra problemas de salud. La emotiva despedida tuvo lugar antes del inicio del partido frente a Belgrano de Córdoba, por la fecha 14 del Grupo A del Torneo Clausura de la Liga Profesional de Fútbol. El club, la hinchada y los jugadores no pudieron evitar sentirse conmovidos por la memoria de uno de los entrenadores más queridos y respetados en la historia reciente del club.
El homenaje comenzó con la proyección de un video que recorrió la carrera de Russo como jugador y entrenador de Boca, destacando sus logros y su inquebrantable amor por los colores azul y oro. La imagen de Russo, con su característica mirada tranquila pero profunda, fue acompañada por los aplausos de los hinchas presentes en La Bombonera, quienes lo recordaron con cariño y respeto. La proyección fue solo el inicio de un tributo que marcaría el ingreso de los jugadores al campo de juego.
Un emotivo gesto antes de iniciar el partido
Tras la proyección del video, los jugadores de Boca rindieron su propio tributo a Russo al ingresar al campo de juego. Lo hicieron con una bandera que mostraba la cara del exentrenador y llevaba la frase “Amor con amor se paga”, una cita que resumía perfectamente el legado de Russo en el club. La imagen de Russo, acompañada de la frase, fue un claro recordatorio de la profunda relación que el técnico mantuvo con la institución y con su gente, quienes nunca lo olvidarán.
El capitán Leandro Paredes y el actual entrenador de Boca, Claudio Úbeda, se encargaron de acercar una camiseta de Boca con el año de nacimiento de Russo, 1954, y el símbolo del infinito, representando la eternidad de su recuerdo. La camiseta, sostenida por varios globos, fue soltada por los dos hombres, permitiendo que la prenda se elevase hacia el cielo, mientras los hinchas de Boca aplaudían con emoción. Un momento cargado de sentimientos, que reflejaba el respeto y el cariño de todos por un hombre que dejó una huella imborrable en la historia del club.
La emoción se hizo presente en La Bombonera
La Bombonera, siempre conocida por su vibrante ambiente, se convirtió en un templo de recuerdos y emociones esa noche. Los jugadores, visiblemente conmovidos, no pudieron evitar la emoción de revivir los momentos compartidos con Russo, quien llevó a Boca a conquistar la Copa Libertadores en 2007. Su legado, marcado por su entrega, su serenidad y su capacidad de liderazgo, sigue siendo una inspiración para las nuevas generaciones de futbolistas y hinchas Xeneizes.
A medida que la camiseta de Russo se perdía en el cielo, una lluvia de aplausos llenaba La Bombonera. Los fanáticos, con la voz quebrada por la emoción, agradecieron a un hombre que dejó su alma en cada partido y en cada campeonato disputado. Aunque su partida dejó un vacío enorme, su legado seguirá vivo en Boca Juniors y en los corazones de los hinchas, quienes lo recordarán con cariño y admiración por siempre. (Con información de NA)