Este mediodía se conoció la pena que deberán cumplir los tres autores del homicidio de Marcelo “Peje” López, el pasado 9 de febrero en el barrio Tiro Federal. Los jueces Pérez, Gallo y Carbonell hicieron la evaluación de las pruebas y los testimonios, y sentenciaron a Maximiliano Gigena a 12 años de prisión efectiva al ser hallado como autor del asesinato, mientras que Carina Bentos y el joven Juan Ramón Guibaudo fueron condenados a 10 de cárcel por su participación necesaria. La defensa ya adelantó que presentaría el recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia.
Vale recordar que la fiscalía había solicitado la pena de 23 años de prisión para los tres imputados, mientras que los abogados defensores solicitaron la pena mínima, de 8 años.
Semanas atrás los jueces declararon por unanimidad como autor material del hecho a Maximiliano Gigena, y como partícipes necesarios a Juan Ramón Guibaudo y Carina Bentos. De esta manera, el tribunal falló a favor de lo solicitado por la fiscalía y la querella, dando por descartado los planteos realizados por los tres abogados defensores.
Así, en su momento, la jueza Patricia Pérez, quien estaba al frente del tribunal, comenzó remarcando la unanimidad del fallo y marcó que Gigena fue encontrado como responsable del homicidio de López, esa noche de verano en el barrio Tiro Federal. Al mismo tiempo consideró como partícipes necesarios a la pareja de Gigena, Carina Bentos y también a Juan Ramón Guibaudo.
El hecho
La causa detalló que dentro del grupo de los atacantes se ubicó a Carina Bentos como la persona que golpeó con un palo a la víctima en inmediaciones de calles Sarmiento y Boulevard Chacabuco luego de una discusión mantenida con López, quien habría ido a reclamar la devolución de una caja de herramientas sustraída. A las agresiones se sumó luego el joven Guibaudo, quien redujo a la víctima por detrás, inmovilizándolo, y le quitó el cuchillo que traía consigo.
Minutos más tarde intervino en el hecho Maximiliano Gigena, quien sería el autor de las dos puñaladas en la zona del tórax. A todo esto se sumaron empujones, golpes de patadas y hasta ladrillazos contra López, una vez que agonizaba en el suelo.