La Municipalidad de Paraná inició este viernes una campaña de descacharrización y concientización contra el dengue en distintos barrios de la ciudad. El operativo comenzó en la vecinal Alem, donde equipos del área de Salud Comunitaria recorrieron casa por casa para informar a los vecinos sobre la importancia de eliminar todo recipiente que pueda acumular agua.
En diálogo con Elonce, la directora de Salud Comunitaria, Olga Castañeda, explicó: “Empezamos hoy la campaña de prevención del dengue, concientizando a los vecinos respecto de la eliminación de todo lo que sea recipiente que pueda contener agua, ya sea adentro o fuera de la casa. Les pedimos que revisen el patio, no tengan plantas en agua y controlen los bebederos de las mascotas”.
Castañeda advirtió que incluso en pequeños restos de agua de dispensers se han encontrado larvas, por lo que solicitó a comercios y familias que extremen el cuidado.
La funcionaria indicó que durante toda la semana se visitarán viviendas y que la descacharrización se concretará el jueves 14 de agosto, día en que el municipio retirará de la vía pública todos los elementos en desuso que los vecinos hayan dispuesto. “Les pedimos que lo saquen el miércoles para que el jueves pueda pasar el recolector y llevar todo lo que la gente haya sacado”, remarcó.
Los objetos a descartar incluyen muebles viejos, papeles, chatarra y cualquier material que pueda acumular agua. “Hay muy buena recepción de los vecinos. Le recalcamos a cada uno que elimine todo recipiente que pueda contener agua, porque esa es la mejor forma de prevenir”, insistió.
Prevención todo el año
Castañeda recordó que la fumigación se realiza únicamente cuando existen casos confirmados de dengue y que la principal prevención depende de cada hogar: “El mosquito pone el huevo, y ese huevo puede durar hasta un año sin agua. Cuando llueve y empieza el calor, el mosquito se desarrolla”.
La campaña, que comenzó en invierno para reforzar las medidas antes de la temporada cálida, se extenderá durante agosto a otras vecinales de Paraná. Según datos oficiales, el monitoreo con ovitrampas y la descacharrización preventiva permitió reducir drásticamente los casos: de casi 4.000 en 2024 a apenas 40 hasta fines de mayo de este año.
“Trabajar ahora es clave para llegar al verano con menos riesgos”, concluyó Castañeda.