Carlos Salvador Bilardo, una de las figuras más emblemáticas del fútbol argentino, está celebrando este domingo sus 87 años.
Ídolo de Estudiantes de La Plata y entrenador de la selección argentina que levantó la Copa del Mundo en México 1986 (además de llegar a la final en Italia 1990), Bilardo festeja rodeado de su familia, algo que no solía hacer hasta los 80 años. Según contó su hermano, Jorge: “No le gustaba, no. No hacía fiestas, no hacía un carajo. Se iba, desaparecía, no le gustaba. Pero ahora está encerrado en la casa: Navidad, Año Nuevo... Mi cumpleaños también la pasamos juntos”.
Bilardo, quien padece desde 2018 del síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa vinculada con la edad, disfruta de este día en su hogar, en compañía de los suyos. A pesar de su salud delicada, sigue recibiendo la visita de amigos entrañables, aquellos jugadores que tuvo bajo su dirección durante la histórica campaña de 1986. Este domingo, un grupo de ellos se acercó para cantarle el feliz cumpleaños.
Encuentro emotivo
Entre los visitantes se encontraban Oscar Ruggeri, Jorge Luis Burruchaga, Oscar Garré, Luis Islas y Ricardo Giusti, quienes, como es habitual, se reúnen para compartir momentos con el exentrenador. Además de sus compañeros de selecciones, también participaron su esposa Gloria y el histórico colaborador Carlos Pachamé. Para la ocasión, le trajeron una torta y le regalaron una camiseta de la selección argentina con dedicatorias especiales: “¡Feliz cumple, maestro!”. Esta tradición de visitas se repite con frecuencia y, además de estos exfutbolistas, Sergio "Checho" Batista y Carlos "Chino" Tapia también suelen acercarse al hogar de Bilardo.
Un legado eterno
Bilardo, que sigue siendo una figura clave en el mundo del fútbol, está al cuidado de su familia, especialmente de su hija Daniela. Aunque su salud es frágil, se mantiene al tanto de lo que sucede en el fútbol y sigue viendo partidos por televisión. Los fanáticos del deporte siempre están atentos a su estado de salud, preocupados por su bienestar.
A nivel de clubes, la trayectoria de Bilardo en la cancha estuvo marcada por su paso por San Lorenzo, donde debutó en 1958, y por su rol clave en Estudiantes de La Plata. En este último club, fue uno de los protagonistas de la histórica conquista del Campeonato Metropolitano de 1967, además de las Copas Libertadores de 1968, 1969 y 1970. También participó en la victoria mundial ante el Manchester United en 1968. Como director técnico, Bilardo volvió a llevar al Pincharrata a lo más alto, obteniendo un nuevo título de Primera División en 1982. Luego, dirigió la selección nacional entre 1982 y 1990, dejando una huella imborrable en la historia del fútbol argentino.
Tras su retiro como entrenador, Bilardo se dedicó al análisis deportivo en medios de comunicación y desempeñó un rol en la función pública como Secretario de Deportes de la provincia de Buenos Aires entre 2007 y 2008. Ese mismo año, comenzó a trabajar en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde fue director de selecciones nacionales hasta 2014, consolidándose como una de las personalidades más influyentes del fútbol argentino. (Con información de Clarín y La Nacion)