Según un informe reciente de Synopsis, la dinámica anual de aumentos paritarios promedio en febrero de 2025 se ubicó en un 27,3%, el nivel más bajo de toda la serie iniciada en enero de 2021. Este dato refleja una desaceleración significativa en comparación con los aumentos registrados en años anteriores. En febrero del año pasado, el índice de precios se ubicaba en un 13,2%, mientras que los acuerdos salariales, proyectados a un año, alcanzaron un 234% anualizado, el punto máximo de ajuste de velocidad.
En contraste, la disminución de la velocidad de los aumentos salariales en 2025 es evidente, lo que puede interpretarse como una respuesta directa a la situación económica del país y a las políticas implementadas por el gobierno nacional.
El informe subraya que los acuerdos salariales actuales tienden a ajustarse más estrechamente a la variación de la inflación mensual, que en enero de 2025 fue de 2,2%, lo que anualizado llega a un 29,8%. Esto demuestra que, si bien se mantienen acuerdos salariales, la magnitud de estos ha disminuido considerablemente, en un intento por controlar la inflación.
El gobierno presiona para acercar los aumentos a la pauta oficial
Uno de los aspectos destacados del informe es la continua intervención del gobierno en el proceso paritario. Según el análisis de Synopsis, el gobierno nacional sigue presionando para que los acuerdos salariales estén alineados con la meta oficial de inflación, que se establece en un 1% mensual. En este contexto, el gobierno parece buscar una desaceleración en los aumentos salariales para contener la inflación, que sigue siendo uno de los principales problemas de la economía argentina.
En este sentido, se menciona el caso del sindicato de Sanidad, donde en noviembre de 2024, la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) acordó un aumento salarial del 11,4% para el período octubre-diciembre, superando ampliamente la pauta fijada por el Ministerio de Economía. Como resultado, la Secretaría de Trabajo se negó a homologar este acuerdo, lo que obligó a FATSA y a las cámaras del sector a retomar las negociaciones a principios de 2025.
En febrero de 2025, las partes llegaron a un nuevo acuerdo salarial del 5,2% para el trimestre febrero-abril, aunque este aún no ha sido homologado. Este episodio ilustra la resistencia del gobierno a aceptar acuerdos salariales que excedan la pauta oficial de inflación, con el objetivo de evitar un desajuste de precios en la economía. A pesar de la desaceleración de los aumentos, los acuerdos siguen siendo más altos que la meta del 1% mensual de inflación, pero muestran una tendencia a acercarse a la velocidad de los precios.
Los ajustes salariales se ralentizan en comparación con la inflación
Una de las consecuencias de este enfriamiento en los aumentos salariales es que, aunque los salarios siguen aumentando, lo hacen a una velocidad mucho más baja que en los años anteriores.
El informe de Synopsis destaca que, desde que comenzó a llevarse este registro en agosto de 2024, el promedio mensual de aumentos salariales en los acuerdos paritarios ha disminuido de un 4,4% mensual a un 2,1% en febrero de 2025. Esta tendencia de desaceleración sugiere una sincronización más cercana con el ritmo de la inflación mensual, que a menudo se encuentra en torno al 2% mensual o incluso por debajo, como ha ocurrido en algunos convenios de gremios grandes.
Sin embargo, el informe también advierte que esta desaceleración de los aumentos salariales podría poner fin a la etapa de recuperación salarial, que había sido tan significativa en años anteriores. El riesgo, según los analistas, es que los salarios comiencen a moverse paralelamente con la inflación, lo que podría frenar la capacidad de los trabajadores para mejorar su poder adquisitivo. Además, en enero de 2025, la mayoría de los grandes gremios quedaron rezagados en sus aumentos salariales en relación con el aumento del índice de precios de ese mes (2,2%), lo que refleja un retraso en los ajustes salariales respecto a la inflación. (Con información de Ámbito Financiero)