La directora del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) de Entre Ríos, Carina Meier, advirtió sobre los peligros de consumir alimentos sin trazabilidad ni registros sanitarios. La funcionaria destacó que muchos productos detectados en el mercado presentan etiquetas falsas o carecen de información obligatoria, lo que representa un serio riesgo para la salud.
“Consumir productos sin trazabilidad puede implicar enfermedades, falsificación o contaminación”, remarcó a Elonce. La advertencia se dio en el marco de recientes publicaciones en el Boletín Oficial que prohíben la comercialización de aceites de oliva y azúcar de procedencia desconocida. En algunos casos, los productos presentaban números de registro adulterados o inexistentes.
¿Qué significa que un producto no tenga trazabilidad?
Desde el ICAB explicaron que todo alimento envasado destinado al consumo debe contar con un rótulo que incluya número de Registro Nacional de Establecimiento (RNE) y de Producto Alimenticio (RNPA), además de los datos del elaborador. Estos requisitos permiten conocer la procedencia, calidad y condiciones sanitarias del producto.
“Cuando no hay registro, no se puede garantizar que el producto haya sido evaluado ni que provenga de un establecimiento auditado”, detalló la funcionaria. Incluso en el caso de productos elaborados localmente, el municipio debe intervenir y regular ese circuito productivo.
Asimismo, Meyer aclaró que no se trata necesariamente de productos en mal estado, sino de alimentos que directamente no están habilitados para su comercialización. “No se puede asegurar qué contienen ni si cumplen con las normas de higiene y seguridad”, apuntó.
La titular del ICAB brindó una serie de recomendaciones para consumidores a la hora de comprar alimentos: verificar que el producto tenga denominación clara, fecha de vencimiento, número de lote, datos del fabricante y registros (RNE y RNPA). En el caso de productos libres de gluten, también debe figurar el sello oficial y estar registrado en el listado de ANMAT.
Además, recordó que las empresas pueden detectar fallas en sus controles internos y realizar un retiro voluntario de productos. “Si se detecta un problema, como la presencia de gluten en un alimento libre de TACC, es obligatorio notificarlo para proteger a poblaciones sensibles”, señaló.
Finalmente, Meier invitó a los consumidores a participar activamente del control. “Somos parte del sistema sanitario. Cualquier persona puede denunciar un producto sospechoso a través del formulario de nuestra web o por contacto directo”, concluyó.