Las automotrices readecuaron sus listas por la suba del dólar y aplicaron incrementos por encima del promedio. Stellantis lideró los aumentos con un 12%, aunque luego otorgó bonificaciones que moderaron el impacto final.
El mercado automotor argentino atravesó en agosto una nueva reconfiguración de precios, impulsada por la volatilidad cambiaria. El dólar oficial, que a mediados de julio cotizaba a $1243, llegó a tocar los $1380 el primer día de agosto y luego se estabilizó cerca de los $1300. Esta situación obligó a las automotrices a modificar sus políticas comerciales y ajustar los valores de lista.
En promedio, las subas fueron del 5%, por encima de los meses anteriores donde los incrementos rondaban el 2% y seguían el ritmo de la inflación. Sin embargo, algunas compañías aplicaron ajustes más fuertes. El caso más notorio fue el de Stellantis, que incrementó sus precios un 12%, aunque otorgó a sus concesionarios una bonificación del 6,5%, lo que dejó un alza neta del 5,5%.
Modelos más afectados
Dentro de los modelos de Stellantis se encuentran dos de los más vendidos del país: el Fiat Cronos, cuyo valor arranca en $27.819.000, y el Peugeot 208, que inicia en $28.390.000. Ambos recibieron subas del 5,5%.
En tanto, Chevrolet aplicó incrementos menores en promedio (2,2%), aunque modelos específicos como la S10 y la Spin tuvieron alzas superiores, de entre 5,5% y 5,9%. La pickup arranca en $42.819.900, mientras que el monovolumen parte de $30.650.900.
Por el lado de Volkswagen, la mayoría de los modelos (Virtus, Nivus, T-Cross, Taos, Vento, Tiguan y Saveiro) se incrementaron entre 5,5% y 5,9%. El mayor ajuste se registró en la versión tope de gama del Taos, que trepó 5,8% y alcanzó los $55.410.000.
En Ford, los precios crecieron 3,5% en promedio, aunque el modelo Bronco Sport sufrió un aumento mayor, del 4%. La gama arranca en $55.076.200 y llega a $61.316.300 en su versión más equipada.
Escenario general
En este contexto, Toyota y Nissan también ajustaron sus precios con alzas del 3,5% y 3,7% respectivamente, mientras que el resto de las marcas se mantuvo cerca del promedio.
El escenario muestra que, tras la devaluación y la inestabilidad cambiaria, el sector automotor aplicó incrementos más marcados que en meses previos. Aunque las bonificaciones de fábrica buscan atenuar el golpe al consumidor, el costo de los 0 km volvió a escalar y se posiciona cada vez más lejos del alcance de gran parte de los compradores argentinos. (La Nación)