

Bautista está por cumplir cuatro años. Tiene una sonrisa amplia, curiosidad infinita y una vida por delante. Pero hay algo que aún no puede hacer: escuchar. Fue diagnosticado con hipoacusia bilateral profunda y necesita un implante coclear para poder comenzar a desarrollar el lenguaje oral y acceder al mundo sonoro.
Sus padres, Micaela y Pablo, contaron que en octubre del año pasado iniciaron los trámites con la obra social OSECAC para obtener la autorización del dispositivo. La misma fue aprobada a comienzos de este año. Sin embargo, la intervención médica sigue sin realizarse.
“El implante está autorizado, pero no sirve de nada si la obra social no ejecuta el pago a la empresa proveedora. Sin pago, no hay entrega del dispositivo, y sin dispositivo, no hay cirugía”, explicaron.
La espera no solo es angustiante, sino también crítica. La colocación del implante tiene un momento ideal de intervención, según los especialistas: cuanto más temprano se realiza, mayores son las posibilidades de desarrollo auditivo y lingüístico. “Ya va a cumplir cuatro años. Hoy es el momento de máxima plasticidad cerebral. No podemos seguir esperando”, expresaron.
Ante la falta de respuesta, los padres presentaron una acción de amparo el 7 de abril en el Juzgado Federal de Concordia. El objetivo fue obtener una orden judicial que obligue a la obra social a cumplir con su obligación. Sin embargo, denunciaron que a dos meses de la presentación, no obtuvieron resolución alguna.
“Fuimos muy pacientes. Agotamos todas las instancias administrativas, pero todo tiene un límite. No se trata de un lujo ni de un capricho: es un derecho. Cada día que pasa es una oportunidad menos para que nuestro hijo escuche, se comunique y se integre al mundo”, lamentaron. (Concordia Policiales)
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