Paraná El valor de la educación

“Aprobé todo papá”: la feliz frase del chico que caminaba 10 km hasta la escuela

Tuvieron gran desempeño los alumnos que caminaban 10 kilómetros hasta la escuela. Agustín y Ramiro agradecieron a través de Elonce a quienes donaron las bicicletas porque “aliviaron la carga de dos chicos que quieren seguir estudiando”.
Agustín y Ramiro asisten a la escuela Nº 58 “Poeta Mastronardi” de Paraná. La historia de ambos alumnos se conoció a comienzos de año cuando se supo que debían caminar 10 kilómetros desde sus hogares ubicados en la zona del borde costero hasta el establecimiento escolar de calles Fraternidad y Londero.

Gracias a la iniciativa de los docentes y la solidaridad que ambos ejemplos despertaron en la comunidad, primero, recibieron donaciones de bicicletas y una beca de la Fundación Fondo de Becas para Estudiantes (FONBEC) y, después, el servicio de transporte escolar.

Elonce regresó a la escuela para dar cuenta del testimonio de Agustín y Ramiro y mostrar que, al finalizar el dictado de clases, ambos culminan con un gran desempeño académico. “¡Aprobé todo, papá!”, fueron las palabras de Ramiro, a quien su padre solía acompañar caminando a diario desde casa a la escuela.
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Agustín y Ramiro caminaban unos cinco kilómetros de ida y otros cinco de vuelta, desde horas tempranas, haga frío o calor, llueva o sople viento, y en compañía de sus padres. “Era cansador y a veces difícil porque cuando llovía el barro nos complicaba la salida”, rememoró Agustín.
“Y cuando donaron las bicicletas, pudimos llegar más rápido, a tiempo y a veces con minutos de sobra. Las bicis nos aliviaron un poco el camino”, agradeció. El alumno, de 15 años y hermano de dos niñas, contó que aún en los días de lluvia, el transporte escolar no puede pasar a retirarlos y si o si deben caminar para llegar a la escuela.

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“Se conoció la historia de Agustín y gracias a eso me dieron una bicicleta a mí también y fue un alivio; después, cuando nos pusieron el transporte, fue aún mejor porque se alivió la carga que teníamos al caminar 10 kilómetros por día”, sumó Ramiro, 17 años.
El estudiante confesó que, a veces, no tenían ganas de levantarse para caminar tantos kilómetros para llegar hasta la escuela. “Pero hacíamos el esfuerzo”, remarcó y contó que, junto a su papá, salían de casa a las 5 de la mañana.

“El año pasado, al tener que venir caminando, me llevé muchas materias, pero este año, fue todo lo contrario: aprobé todas las materias y ahora voy camino a las vacaciones”, contó Ramiro al mencionar que pasó a 3º año. “¡Aprobé todo, papá!”, exclamó a Elonce y agradeció a sus padres por el esfuerzo que ellos hacen para que él pueda continuar con sus estudios. “Uno de mis sueños es seguir la carrera de Turismo”, le confesó el estudiante a nuestro medio.
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Finalmente, Agustín y Ramiro agradecieron a quienes donaron las bicicletas porque “aliviaron la carga de dos chicos que quieren seguir estudiando”; a las bicis ahora las usan para hacer los mandados. (Elonce)

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