

Muy emocionado, el adolescente contó que gracias a la solidaridad de la gente muchos donaron bicicletas y otros alumnos, que estaban en su misma condición, se vieron beneficiados. Agustín se levanta todos los días a las cinco de la mañana para llegar a horario a la escuela. Sueña con progresar y poder estudiar una carrera universitaria. “Quiero avanzar en la vida y poder ser profesor de historia. Siento mucha felicidad por todo lo ocurrido y agradezco la ayuda recibida”

En su tiempo libre a Agustín le gusta disfrutar del paisaje del río, pescar, jugar al futbol y básquet en una canchita que tiene cerca de su casa: “En algún momento me gustaría ir a un club”

“Un padrino es un abrazo, estoy ansioso y quiero conocerlo, estoy tan contento que no tengo palabras”, cerró.