Un nuevo episodio del narcotráfico aéreo en el norte argentino volvió a exponer la sofisticación y los recursos de las organizaciones que operan entre Bolivia y Argentina.
El martes por la tarde, una avioneta Cessna de matrícula boliviana se precipitó sobre una zona rural de Rosario de la Frontera, a la altura de la localidad de Antillas, y al ser inspeccionada por Gendarmería Nacional se descubrió en su interior un cargamento de más de 140 kilos de cocaína, además de elementos que sorprendieron a los investigadores.
El siniestro ocurrió dentro de los límites de la finca Anahí, en las inmediaciones de la ruta provincial N°3. Vecinos del paraje San Felipe registraron con sus celulares el momento exacto en que la aeronave cayó al suelo.
Según los primeros reportes, el Cessna volaba a muy baja altura antes de perder el control, lo que hace presumir que intentaba aterrizar en una pista clandestina en la zona de Almirante Brown.
Un auto incendiado y un sospechoso entregado
Cuando los efectivos de Gendarmería llegaron al lugar, hallaron junto a la aeronave un automóvil completamente calcinado, que habría sido incendiado de manera intencional. El dueño del vehículo se entregó horas después a las autoridades y, aunque quedó demorado por 72 horas por orden del fiscal federal Eduardo Villalba, se sospecha que tendría vínculos con la operación narco.
Los testigos indicaron que los ocupantes del avión lograron escapar en camionetas antes del arribo de las fuerzas federales. Durante la inspección, los gendarmes encontraron un GPS tracker, un dispositivo de localización y seguimiento satelital que fue secuestrado y puesto a disposición de la fiscalía.
Los investigadores creen que el aparato podría haber sido utilizado por la organización criminal para monitorear el vuelo en tiempo real o, incluso, por fuerzas de seguridad bolivianas que seguían la ruta del avión.