Paraná En la Iglesia San Miguel

Una paranaense y un escocés protagonizaron un original casamiento

La novia caminó hacia el altar al son de “Mary’s Wedding” tocada por una gaita y el novio lució un típico kilt. Estas y otras tradiciones celtas tuvieron lugar el sábado. Por qué se casaron en Argentina.

9 de Junio de 2014
El Diario
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Al son de la gaita, con kilt escocesa y siguiendo varias tradiciones celtas, el sábado se desarrolló en Paraná una boda muy particular, entre la paranaense Patricia Méndez y el escocés Lewis Burrell.

La ceremonia religiosa se desarrolló en la Parroquia San Miguel; a su altar llegó Patricia al ritmo de “Mary’s Wedding”, una tradicional canción escocesa que fue tocada, en vivo, por un gaitero descendiente de escoceses, traído especialmente desde Buenos Aires para la ocasión. Las melodías de la ceremonia incluyeron, además, un Ave María cantado en castellano y el tema “Highland Catedral”, para el egreso de los novios luego del intercambio de anillos.

El novio, Lewis, vistió un tradicional kilt, la pollera escocesa típica del país europeo, al igual que el padrino de la boda, su mejor amigo. El padre del novio vistió el mismo tartan (género escocés) pero en un pantalón.

“Como Lewis no viene de una familia de clanes, su familia no tiene un tartan propio. Él, entonces, eligió un tartan del clan Mc Kenzie”, explicó Patricia, un par de días antes de la boda.

Patricia y Lewis decidieron casarse en la Argentina por tres razones: porque después vivirán en Escocia y, entonces, preferían casarse en la ciudad de la novia; porque era más fácil movilizar a la familia de él que es más pequeña; y porque “los casamientos de acá son más divertidos”.

Por esta última razón es que combinaron costumbres europeas con latinoamericanas.

Así, por ejemplo, cuando llegaron al salón de la fiesta –en la planta alta de la esquina de San Martín y España– brindaron con Quaich, una tradicional copa celta que se prepara con whisky y que simboliza la felicidad y el amor eterno; escucharon música celta y argentina; bailaron un ceilith, que es un festejo con danza tradicional de los pueblos gaélicos (Irlanda y Escocia); danzaron el vals tal como se suele hacer en nuestras latitudes y arremetieron con toda la energía cuando en la fiesta se comenzó a bailar el carnaval carioca, con artículos de cotillón y disfraces.

En la barra de tragos, como no podía ser de otra manera, hubo whisky escocés y fernet.

Por cuestiones de organización, los novios dejaron la ceremonia civil para el próximo jueves 12 de junio. Ese día, darán el “sí” en una reunión donde no podrá faltar una traductora que, en simultáneo, traduzca al inglés lo que la jueza vaya mencionando.

 

La Pareja

Patricia y Lewis –de 33 y 29 años, respectivamente– se conocieron cuando ella, que es profesora de Inglés, viajó a Edimburgo, Escocia, a trabajar durante un año en una escuela.

“Me gané una beca para enseñar español en Escocia y viví un año en Edimburgo. Yo llegué a trabajar en un colegio donde Lewis trabajaba, él es técnico en computación”, comentó Patricia, recordando detalles del año 2010.

Cuando ella volvió a la Argentina, el noviazgo continuó a la distancia, ayudado por la tecnología y herramientas como Skype. Luego, en 2012, Lewis viajó a verla; y en 2013 fue ella quien lo visitó a él. “Ahí fue cuando me propuso matrimonio”.

Tal como lo contó Patricia, “fue muy romántica” la propuesta. “Cuando viajamos a Cardiff, en enero, en Gales, en un parque mientras nevaba con un hermoso anillo de compromiso, se arrodilló y me dijo en español: ¿quieres casarte conmigo? Luego hubo celebraciones en Edimburgo, ya que los escoceses le dan gran importancia a los compromisos”.

La familia de Lewis llegó a Paraná unos días antes del casamiento. “Están felices de estar en la Argentina, que es un país maravilloso con gente encantadora que busca la forma de comunicarse con ellos a pesar de las barreras culturales y lingüísticas”, comentó Patricia. “Se vieron muy sorprendidos que mi familia fuera tan grande y unida, y que encontráramos cualquier momento para reunirnos a comer un rico asado o un buen pescado de río a la parrilla”.

La novia –quien vivirá en Edimburgo y se dedicará a enseñar español– comentó además que los escoceses “están sorprendidos por nuestro maravilloso y ancho río Paraná y por las distancias que viajamos para llegar a otra provincia, ya que en Europa se recorren esas distancias para llegar a otro país”. (El Diario)